Peligro, condenan a Marine Le Pen

Tal vez les suene la historia de un candidato extremista condenado camino de la presidencia de un Estado relevante, con resultados opuestos a los esperados por dispararse las expectativas electorales del reo. El día de la sentencia en Nueva York contra Donald Trump por 32 delitos vinculados al pago del silencio de una actriz porno con fondos de campaña, la CNN se empleó a fondo para liquidar al "primer presidente criminal de Estados Unidos". A raíz del veredicto, la campaña del magnate batió marcas de recaudación de fondos, y el expresidente voló en las encuestas. El canal televisivo decidió bajar el diapasón, y el resto es historia.

De Washington a París, la incógnita no se centra en la validez del durísimo castigo penal a Marine Le Pen, al margen incluso de que suponga su «sentencia de muerte política», por ponerlo en boca de la candidata de Reunión Nacional al Elíseo. Peligro, han condenado al animal político más en forma de Francia en estos momentos, lo cual desata un conflicto de credibilidades entre el legislativo y el judicial. Rueda por los suelos la falsa reputación de pulcritud de RN, "con la cabeza alta y las manos limpias", pero la ultramalversadora se refugia en la técnica jurídica de Trump. A saber, descalifica globalmente a cualquier operador jurídico que se atreva a contradecirla, de ahí su abandono de la sala antes de finalizar la lectura del veredicto.

El "Je suis Marine!" de Orban y familia resuena pueril. A diferencia de lo que sucede en España, la inteligencia ha de rastrearse a la izquierda del espectro. La Francia Insumisa de Mélenchon ha detectado el riesgo de canonización de Le Pen al añadir, tras reconocer "la gravedad de los hechos", que "nunca utilizaremos los tribunales para sacarnos de encima al RN. Los combatiremos en las urnas y en las calles, como en las legislativas del 2024. Lucharemos con ellos en las elecciones, con independencia del candidato». Más allá del cinismo de partidos que descreen de Bruselas pero desvían fondos europeos, no está decidido el vencedor ante la reedición del movimiento que llevó a Mussolini de 4.500 votos al poder en menos de tres años.