Opinión | La hoguera

¿Cómo han podido votar a Trump?

Si nosotros somos los buenos, si somos claramente los buenos y demostramos nuestra preocupación por la democracia liberal, y por las mujeres y las minorías, y por las cosas buenas, así en general, y por la justicia verde y el clima, y por salud espiritual de las personas, es decir, si repartimos tantas toneladas de propaganda, ¿por qué demonios votan a Trump, y no a nosotros?

¿Acaso no explican los medios de comunicación nuestras bondades y sus maldades con suficiente claridad? ¿Es que hay margen de error posible entre su basura infecta y El Bien™? ¿No aplastan los expertos independientes, a los que financiamos, sus bulos, y refuerzan nuestro relato? ¿Cómo pueden confiar en Trump, que miente tanto, en lugar de confiar en nosotros, que jamás decimos toda la verdad porque la gente no está preparada, pero sí destapamos todos sus bulos?

Elon Musk tiene la culpa. Nosotros conseguimos echar a Donald Trump de Twitter, lo exiliamos a su red social ridícula, y entonces gobernó Joe Biden, que no estaba senil y esto era un bulo hasta que sí estaba senil y que viva Kamala, pero entonces arrambló el maldito Musk y no sólo readmitió a Trump en X, sino que además lo ha apoyado y va a trabajar en su Administración. ¿Cómo han podido fiarse de Musk, que les deja decir cualquier burrada en X, y no de nosotros, que en nuestros platós de televisión sólo les dejamos decir lo que nos viene bien que digan?

Donald Trump es un maleducado. ¿Acaso no educamos en valores a los votantes desde chiquitos? ¿No insistimos en la cortesía, la amabilidad y la hipocresía? ¿No moralizamos suficiente? ¿Qué no se entiende, imbéciles retrógrados? ¿No demostramos con nuestra elección del vocabulario y cuidado de las formas que somos la gente de fiar? ¿No es previsible y complaciente, además, todo lo que decimos?

Donald Trump es un criminal condenado. ¿No ha quedado clara la conducta intachable que caracteriza a nuestra gente todos los días de su vida y en todas las ocasiones? ¿No negamos las guarradas del hijo de Biden cuando las publicó el New York Post y, luego, cuando la cosa fue evidente, no separamos a esa oveja descarriada? ¿No hemos guerreado en medio mundo para imponer El Bien™?

Es hora de hacer autocrítica. Sí, sin duda: la autocrítica es necesaria. Es hora de que los que votan mal se miren al espejo y pidan perdón a los que votan bien. Revisad vuestra conciencia. ¡Arrepentíos!

*Escritor y periodista

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