Opinión | MISCELÁNEA

Universidad 5.0

Ya no cabe en nuestra universidad el enfoque cartesiano de la educación en muchas áreas del conocimiento que se fundamentan en varios principios. El enfoque cartesiano afirmaba que el conocimiento debe ser indubitable, infalible y conductor hacia la certeza. A la hora de avanzar en el conocimiento el cartesianismo afirma que el investigador es un puro espectador de la realidad, sean cuales sean el estatus social y los valores morales de quien investiga. Concluye el cartesianismo que el conocimiento tiene que ser universal.

La universidad cartesiana ya no existe, sino que enfoca el avance en el conocimiento desde una óptica diferente y cada vez se tiene que alejar más y más del reduccionismo cartesiano, porque en nuestra universidad deben existir muchos choques binarios como son «experiencia versus racionalidad, hechos frente a principios, conocimiento versus opinión, acción frente a reflexión».

Siempre defendí, cuando ejercía la profesión de educador universitario, que para generar conocimiento se precisa integrar experiencia, comprensión, enjuiciamiento y acción. El discente, en su formación, tenía que hacer prácticas, aplicar su intelecto, evaluar la situación y proponer una actuación. Un buen profesor universitario tiene que saber integrar esos niveles de modo acumulativo, iterativo y recurrente.

El alumno debe ser formado no sólo para que puede lograr un empleo sino para poder generar empleos. Para ello tiene que integrar cabeza, corazón y manos. El tiempo universitario es un tiempo organizado para la lengua, la lógica y las matemáticas pero también para el deporte, la música, el arte y la naturaleza. Hoy, desgraciadamente, se percibe peor lengua, ausencia de matemáticas y alejamiento de la lógica.

Universidad es «pathos, logo, ethos y praxis». En este tiempo del internet de las cosas, de la robótica y la automatización se abre un excelente campo a unas mentes críticas, creativas, innovadoras y emprendedoras. Y ese nuevo conocimiento en nuestra universidad de Córdoba debe servir para usar las patentes, venderlas y licenciar, franquiciar los procesos o comercializarlos, incluso cooperar mediante aventuras conjuntas con empresas hasta hacer alianzas estratégicas.

Nuestra universidad debe ser proveedor de soluciones para problemas de la industria y de la agricultura como lo puede ser para grandes proyectos que nazcan gracias a la futura base logística de carácter militar. Deberíamos llegar a ser una universidad 5.0

** Catedrático. Académico de honor

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents