Ya se acercan esas pujantes mañanas de septiembre que marcarán la vuelta a la rutina para muchos niños y niñas de Córdoba y su provincia, como ocurre en cada rincón del país. Los libros de texto se volverán a abrir con su olor a nuevo, las mochilas se tragarán el material escolar, y los jóvenes estrenaran un nuevo capítulo en sus vidas académicas. Pero en la era digital, este regreso a las aulas viene acompañado de un desafío que se ha vuelto más evidente que nunca: la brecha digital. La disparidad digital, esa distancia que separa a aquellos con acceso a la tecnología de aquellos que no lo tienen, se ha convertido en un abismo que afecta profundamente a las familias en Córdoba y más allá. En un mundo donde la educación, la comunicación y prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana se desarrollan cada vez más en línea, quedarse atrás en términos de tecnología puede tener consecuencias devastadoras, especialmente para los jóvenes que están empezando su viaje educativo. Las estadísticas son reveladoras. Según datos de 2022, más del 30% de los hogares en Córdoba y su provincia no tienen acceso a internet de alta velocidad. Esto no es solo una cuestión de lujo o comodidad, sino una barrera real para la educación y la igualdad de oportunidades. Ante esta situación es fácil colegir que la vuelta al cole podría ser para muchos niños y niñas y jóvenes una fuente de ansiedad o desigualdad, en vez de ser un momento de emoción y aprendizaje. Dicen que vivimos y nos movemos en un mundo digital, aunque las herramientas digitales fundamentales para la educación siguen siendo un privilegio para demasiados, y no un derecho fundamental para todos. La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, y es vital que nadie se quede atrás. Solo entonces podremos asegurarnos de que la vuelta al cole sea una experiencia positiva y enriquecedora para todos.
*Mediador y coach