Este mes de agosto da sus últimos coletazos como comenzó, en fase de luna llena. La superluna del esturión inició este mes de la cosecha que finaliza con la superluna azul. Este año, hemos asistido a un mes de agosto sobresaliente en el cielo y la Tierra, para bien y para mal. Un mes en el que los incendios han asolado diversas regiones de nuestro planeta: Maui, Tenerife..., con el calor sofocante, la sequía y las restricciones en el suministro de agua como implacable telón de fondo.
La fase de luna nueva nos permitió visualizar las Perseidas a mediados de mes con una nitidez inigualable y no han sido las únicas estrellas que han brillado en este agosto: las veintitrés estrellas de la selección femenina de fútbol lo hicieron de forma excepcional el 20 de agosto tras un mes de campeonato en las antípodas que ha mantenido a la afición de nuestro país despierta a deshoras. Una selección que en 40 años de existencia oficial ha conseguido ganar su primer mundial, un hito inigualable (hubo que esperar 90 años para lograrlo con la selección de fútbol masculina) que ha superado muchas expectativas y ha significado un antes y un después en un panorama tan competitivo y mediático como el futbolístico. Desafortunadamente, esta hazaña de nuestro deporte se vio empañada poco después por el lamentable comportamiento institucional de la presidencia de la RFEF durante el acto de entrega de los trofeos, cuya repercusión ha relegado el brillo de la actuación de la selección femenina de fútbol de España a poco más del fugaz destello de las Perseidas. Habría sido interesante haber podido conocer la trayectoria de esta selección: sus comienzos en los 80s, sus actuaciones más destacadas en distintos campeonatos, las futbolistas con mayor palmarés, las medidas que contribuyeron a impulsarla, etc... Se ha perdido una ocasión inmejorable de proporcionar un mayor número de referentes femeninos a la sociedad y de visibilizar cómo el esfuerzo colectivo de las deportistas actuales y sus predecesoras se ha materializado en este éxito deportivo sin precedentes. Sin duda, el hecho es lo suficientemente relevante como para haber generado un buen número de noticias y documentales informativos al respecto.
Otro brillo de estrellas ha sido el protagonizado por los atletas españoles que han competido en el Mundial de Budapest, donde nuestro país ha sido el tercero en el medallero, con cuatro medallas de oro y una de plata, conseguidas por Marta Pérez y Álvaro Martín (dos medallas de oro cada uno en 20 y 35 km marcha) y la plata de Mo Katir en los 5000. Esta ha sido la ocasión en que se han conseguido más medallas de oro en un Mundial de atletismo en nuestro país, habiendo contribuido a ello el atletismo femenino y masculino por igual y ha sido reconfortante ver su apoyo mutuo y la celebración conjunta que hicieron de sus logros. Asimismo, la selección sub19 de balonmano ha ganado el mundial en esa categoría, colocándonos como 4º país en el medallero. Sin duda, tenemos potencial de sobra para visibilizar referentes de esfuerzo, sacrificio y de solidaridad entre personas, entre individuos es fundamental dentro de nuestra sociedad actual.
Esta reflexión sobre la necesidad de contar con numerosos referentes se ha visto particularmente reforzada en este periodo de superlunas de agosto, donde la ficción cinematográfica de la mano de ‘Barbie’ subraya su influencia en el desarrollo social de una comunidad, especialmente, en la asignación de roles. Es innegable que se han producido avances en las últimas décadas y se visibilizan las aportaciones de las mujeres a la sociedad cada vez más, pero sigue siendo insuficiente. En una sociedad relativamente entrenada y madura en igualdad los esfuerzos deberían encaminarse al refuerzo de las relaciones saludables dentro de la sociedad, de una forma conciliadora a través de referentes y mensajes positivos.
En esta etapa de luna llena de agosto, símbolo de cierre de un ciclo a la que se añade el final del verano, solamente pido como Santiago y Luis Auserón hicieron en su día «que sea libre de daño esta cosecha para el futuro bebedor», y que este ciclo que comienza nos haga más iguales, conscientes y solidarios, y que nuestras estrellas de agosto brillen siempre con la intensidad que merecen en beneficio de nuestro país y nuestra sociedad.
* Decana de la Facultad de Ciencias