«En impúdico reto de ciencia sin raíces». Demasiado largo para un título. Pertenece al poema La Aurora, de Federico García Lorca (‘Poeta en Nueva York’). Este verso, tan adecuado para estos tiempos, resuena siempre en mi cabeza y se hizo especialmente insistente después de asistir a la presentación del libro ‘Utopías digitales’, de Ekaitz Cancela, en el mes de mayo. En el acelerado mundo en el que vivimos nos hace pensar. Y no le demos vueltas a las palabras: ya sabemos que ciencia no es tecnología, el mundo digital se compone de muchos elementos diferentes, la ciencia hoy en día es muy diferente de hace años ¿y? Lo importante es la necesidad de reflexionar, de pensar en el «impúdico reto --desarraigado-- sin raíces». En un momento en el que las siglas IA/AI aparecen por todas partes, también en la publicidad, quiero compartir algunas reflexiones ajenas. Empecemos por un artículo largo, de extensión y de título. ‘Nadie escribiendo y nadie leyendo: los generadores de texto con inteligencia artificial y la ciencia que queremos’ (Ariel Guersenzvaig y Javier Sánchez Monedero, https://mosaic.uoc.edu 26 de junio de 2023).
Vuelvo al libro de Ekaitz. Imposible, en esta columna, aproximarme a un resumen. Solo puedo decir que me gustó mucho que el título fuera Utopías digitales y no Distopías. «La cuestión es que no estamos acostumbrados a pensar en tecnologías realmente radicales que pueden servir para imaginar formas de vida distintas a las capitalistas. (...) a mí se me ocurren muchas formas de hacer revoluciones digitales: para mejorar el transporte en las ciudades, para mejorar la predicción de enfermedades, para modelar escenarios de futuro verdes y que respeten los límites del planeta» (entrevista de Juan Velasco, ‘Cordópolis’, 6/05/23).
En la Navidad de 2022, Enríquez Benítez de Lugo nos recomendaba varias lecturas con el siguiente preámbulo: «La creciente disrupción tecnológica tiene consecuencias diversas sobre la vida cotidiana de millones de personas. Todas estas autoras y sus obras nos ayudan a ver más allá de lo evidente». (‘Pensar sobre el mundo digital’, Diario CÓRDOBA 26/12/22).
Sigo con la entrevista a Ekaitz: «Tenemos que hacer como hacía Lorca; ir a todos los pueblos para mostrarlas y generar circuitos culturales. ¿Por qué no estamos empoderando a nuestros artistas, a nuestros guionistas, a nuestros productores de cine, a toda esa gente a la que el mercado nunca jamás va a permitir sacar sus utopías y su creatividad?». García Lorca sufrió un fuerte impacto en su visita a Nueva York, sintió una deshumanización que le golpeó de lleno. El 18 de agosto se cumplieron 87 años desde su asesinato.
Mucho por leer, mucho por pensar. Todavía no ha terminado el verano.
*Activista de Amnistía Internacional