Talento y trabajo y triunfo. La triple T es la esencia de la selección española de fútbol femenina que el dmingo hizo historia ganando el Mundial en Sydney. El partido fue titánico, tenso, tremendo. El tempranero gol de Olga Carmona encauzó la final, pero el penalti fallado por Jenni Hermoso nos restó la seguridad que da ponerse 2 a 0 en un encuentro de semejante trascendencia. Sufrimos hasta el extremo y eso aún le otorgó más emoción al pitido final. Levantamos la copa, tocamos el cielo, cogimos la estrella y nos la colocamos en el pecho. Con orgullo y sin complejos.
Los 90 minutos contra Inglaterra (sin contar los ¡13! del descuento) se convertían en el broche de oro a un torneo complicado superado con nota. El zurriagazo de la capitana tumbaba muros, fantasmas y prejuicios en el fútbol femenino. Aunque todavía se escuchan voces que intentan desprestigiar el deporte jugado por mujeres, cada vez resuenan con menos intensidad. Muchos más decibelios adquieren las palabras de ánimo y reconocimiento que desde todos los rincones del país y del mundo salen de la garganta de los aficionados al buen juego, independientemente de quién sea la pierna que pega la patada al balón.
La victoria de la selección absoluta nos deja, además, otra lección. La certeza de que el ave fénix renace de sus cenizas siempre que se lo propone. Lejos queda ya la rebelión de Las 15 contra el entrenador, Jorge Vilda, hace un año. Las jugadoras de aquel momento consideraban que las cosas podían hacerse mejor y de otra forma. A través de un comunicado a la Federación Española de Fútbol, expresaban su deseo de no volver a la Roja hasta que no se revirtieran situaciones que afectaban a su estado emocional y personal, a su rendimiento y a los resultados, temiendo incluso sufrir algún tipo de lesión. El organismo deportivo respaldaba al técnico, algunas jugadoras se alejaban del equipo y otras volvían para intentar reorientar las relaciones. Doce meses más tarde, el cisma se da por superado con este logro histórico para el fútbol español.
Bravas.
*Periodista