Diario Córdoba

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Marcos Santiago Cortés

Retroceso de los extremos

Es preferible la sociedad europea occidental a cualquier otra donde se violan derechos fundamentales

Creo que ya dije que Vox bajaría mucho. Y lo haría porque su razón de ser, que no fue otra que la respuesta patriótica a la descarada intentona de agresión a la unidad territorial más absurda de la historia por haberse ejercido en un país pleno de cultura, enjundia, autonomía y autogobierno de sus regiones, desaparecería una vez que se calmara la intentona secesionista catalana. Ocurrida la normalización, Vox dejaría de tener sentido práctico pues la derecha, e incluso su ala franquista, está bien representada por un Partido Popular que en su día contribuyó a la aparición de Vox precisamente por su ambigüedad con el catalanismo radical. La evolución descendente de Vox ha sido, gracias a Dios, una consecuencia lógica dada la normalización social del conflicto independentista. O sea, lo malo es que Vox hubiera subido porque ello sería prueba inequívoca de que la Constitución iba camino de la extenuación. Ahora bien, creo que es el momento de que el otro extremo también baje porque su también razón de ser, que no fue otra que el periodo de corrupción política de la derecha, también parece concluido. Porque quien crea que Vox es extremo y los otros no, se equivoca; para que algo sea extremo, tiene que haber otro extremo al otro lado, pues de lo contrario, si solo hay uno, este uno no sería extremo de nada sino el principio justo de algo. Y no estoy de acuerdo con que haya un extremo bueno y otro malo; el otro va de bueno, que es distinto. Miren, particularmente siento admiración por el nivel de implicación en su puesto de trabajo de Yolanda Díaz y su pretendido buen comunismo. Pero siento decir que no existe ningún dato histórico que avale que el extremo de la derecha es siempre nazismo y el extremo de la izquierda no sea dictadura soviética (díganme un solo país comunista que no terminara anulando derechos fundamentales y libertades públicas). Que sí, que pudiera tener fe en que el «Podemos» español no tenga nada que ver con los partidos únicos de los sistemas comunistas. Pero siento decir que prefiero no hacer el experimento y en todo caso si el «Podemos/ Sumar» español no aspira a ser el partido único y divino que plantea su idiosincrasia comunista es precisamente porque se lo impide el sistema democrático de división de poderes y la pluralidad política consagrada en la Constitución. Es más, yo digo que, si Vox desaparece, Sumar se restará muchísimo él solito porque ya no tiene la misión universal de vencer a la peligrosa resurrección del fascismo español. Y hablando en plata, creo que el bipartidismo no resta pluralidad a la política, sino que muestra una armonía muy necesaria en el sistema occidental para que sigamos siendo la opción de modelo social menos mala. A ver, no presumo de sociedad y reconozco múltiples carencias y errores. Pero puestos a comparar, prefiero la sociedad europea occidental a cualquier otra donde se violan todos los días derechos fundamentales colectivos e individuales. Así que, que Vox desaparezca es una buena noticia de higiene democrática. Pero que yo sepa, ningún extremo es bueno. Y menos un extremo que yo al menos no lo he visto criticar abiertamente el régimen soviético que tan ilusionante empezó con la primera Constitución de la URRS y terminó segando o amargando la vida de todos los pueblos del Este de Europa. Así que siento decir a Sumar que, si Vox desaparece, ellos ya sobran. ¿Querrán en verdad entonces la gente de Sumar que Vox desaparezca cuando su presencia justifica la suya propia?

*Abogado

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