Diario Córdoba

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Francisco Pineda Zamorano

TRIBUNA ABIERTA

Francisco Pineda Zamorano

Cambiar para subsistir

Según Naciones Unidas, a principios de agosto hemos alcanzado el punto en el que hemos usado más recursos de los que nuestro planeta puede reponer en un año. Esto no es nuevo, ya que desde 1997 superamos en consumo o en uso a la producción. Pero lo que sí es nuevo es el dato de 2023, que adelanta a agosto ese desequilibrio. Según esto, a final de año el consumo y uso llegará al 3% poniendo en peligro de forma acelerada nuestra propia subsistencia.

Pero analizando los datos de la fuente, nos encontramos con algunos de ellos que resultan relevantes. Mientras en los países industrializados o «desarrollados», los niveles superan el 4% de desequilibrio, los países empobrecidos, especialmente los países africanos, mantienen en líneas generales el equilibrio entre consumo y producción. Lo que llama la atención en la mayoría de esos países es que la producción continúa ligada a las metrópolis o a los intereses económicos de los países desarrollados, bien con grandes extensiones de monocultivo para la exportación o extracción de recursos naturales para su uso en los países ricos.

Con el crecimiento explosivo de población que se prevé en el continente africano en los próximos decenios, han de cambiarse de forma inmediata los niveles de producción agrícola, ganadera, pesquera, etc., para dar respuesta a niveles básicos de consumo humano. Mientras los países desarrollados sigan considerando a África como una despensa para sus necesidades de consumo, sin contemplar su propia realidad como países que necesitan de subsistencia alimentaria para obtener la soberanía alimentaria, continuaremos viendo levantamientos armados, conflictos, guerras y golpes. En lugar de ayudar a ello, Occidente continúa con su relato de utilización de las reservas de estos países empobrecidos para su propio beneficio.

La desigualdad imperante debe dar paso a una nueva relación económica internacional, que fije la raíz de los problemas y necesidades para un desarrollo sostenible. En teoría es lo que persiguen los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, pero se continúa expoliando a los más necesitados en lugar de apostar por procesos de cambios estructurales que permitan su propio desarrollo. Reduciendo la Ayuda Oficial al Desarrollo y manteniendo las ayudas de emergencia alimenticias, no se ataca de raíz el problema.

Los datos de Naciones Unidas son un aviso para navegantes. Si no cambiamos nuestros hábitos de consumo, si no dejamos de reducir las zonas boscosas, de tragarnos los humedales, si no paramos ya de contaminar y emitir CO2, nuestra supervivencia tiene muy mala pinta.

Los negacionistas del Cambio Climático deberían tomar nota: No tenemos Planeta B. Si no vamos a ser capaces de cuidar y mimar lo que tenemos, estamos abocados a las calamidades. Y en este camino nos tenemos que colocar toda la humanidad en términos de igualdad. Dar un paso de gigantes demostrando que hay vida inteligente en la Tierra y que sabemos dar respuesta a los distintos episodios que ponen en peligro nuestra subsistencia.

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