Opinión | MIRAR Y VER

Antiguo y moderno

«Es verdad aquello de renovarse o morir, pero renovarse no equivale a disfrazarse en serie. Renovarse es más bien ser cada día más flexible y tolerante. Nada hay más bello que lo verdadero, nada más espectacular que la personalidad»

Cada vez me voy animando más con las frases hechas, siendo, no obstante, mi ‘hobby’ favorito el ser autora de todas y cada una de mis palabras y frases, pero como anillo al dedo, y en el tema que me ocupa, no tengo más remedio que citar la siguiente: «La maniquí ideal no tiene por qué ser perfecta, ni bella, sino impregnar de alma los modelos» (D. Veelland). Es verdad que los tiempos cambian y con ellos los estilos de vida, las modas... en función de la comodidad, de la economía y en función, sobre todo, del bolsillo de los diseñadores que se ven obligados a reinventar cada seis meses para seguir superviviendo. Yo recuerdo cuán poco cambiaba la moda en mis tiempos de niña. Los hombres, traje de chaqueta; las mujeres, batas y vestidos del mismo corte, del mismo color... Las niñas, lazos, volantes, pliegues... No por eso, y he ahí lo sorprendente, se dejaba de gozar con los estrenos, y no por eso la gente era anónima y plural. No por eso, la belleza la perfección... brillaba por su ausencia. Muy al contrario, un halo de autenticidad impregnaba de alma los modelos, y mayores y pequeños nos sentíamos felices con aquellos nuestras invariables modas que, amén de reiterativas, casi siempre eran apetecida herencia de algún mayor. Ahora le gente, en su inmensa mayoría, se deja arrastrar por la moda y pegue o no el pelo corto, el rapado, etc... ¡hala!, todo el mundo, rapado, pantalones rotos, y pegue o no pegue la falda corta o larga, el morado o el negro, es moda y basta. La moda no deja de ser una despersonalización total y absoluta para quienes la siguen al pie de la letra. Fobia, verdadera fobia, siento, cuando ante un evento festivo, el paisaje que diviso no es otro que una serie de fotocopias con el zoom más o menos reducido. Es verdad aquello de renovarse o morir, pero renovarse no equivale a disfrazarse en serie. Renovarse es más bien ser cada día más flexible y tolerante. Nada hay más bello que lo verdadero, nada más espectacular que la personalidad, la singularidad. ¡Alma, mucha alma y luciremos modelos perfectos!

*Maestra y escritora

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