Opinión | LA TRIBUNA

Sánchez, ¿tocado o hundido?

Si estos comicios se plantearon como un examen al antisanchismo, se podría decir que está bastante extendido, pero no tanto como parecía pensar Feijóo

De los objetivos que se habían fijado los dos grandes partidos y que permiten interpretar el resultado de las elecciones de este domingo en una u otra dirección, casi todos parecen haber ido en contra de los intereses de Pedro Sánchez y a favor de los de Alberto Núñez FeijóoEl PP gana en el recuento general de las elecciones municipales, las únicas que se han celebrado en todo el Estado; consigue la alcaldía de Sevilla, último gran bastión del socialismo en Andalucía, y probablemente el gobierno de la Comunidad Valenciana, la joya de las coaliciones de izquierdas. Si eso no fuera suficiente, Sánchez tampoco ha conseguido su otro gran propósito: que el PSC fuera la primera fuerza en Barcelona, pese al buen resultado de ese partido en Catalunya. Mal, por lo tanto, para los socialistas y bien, mucho mejor de lo previsto, para los populares, que remataron la noche con algo que ya se daba por descontado, que arrasan en Madrid. En la Comunidad y en el Ayuntamiento. Eso sí, los socialistas recuperan la segunda posición en la autonomía madrileña, que les había arrebatado en 2021 Más Madrid. Un triste consuelo.

Si estos comicios se plantearon como un examen al antisanchismo, se podría decir que está bastante extendido, pero no tanto como parecía pensar Feijóo, que centró su campaña en el eslogan “derogar al sanchismo”. Teniendo en cuenta que Sánchez protagonizó en primera persona una campaña que era local y autonómica, los resultados finales no le han sido tan contrarios como le hubiera gustado al PP, aun no habiendo sido buenos. El líder del PSOE ha quedado tocado, pero aún no está hundido, aunque no le quedará más remedio en los meses que faltan para las elecciones generales que esforzarse en recuperar la confianza de sus electores. Especialmente, porque los resultados del 28M tampoco han sido muy buenos para los partidos que aspiran a sumar con Yolanda Díaz como candidata en diciembre y Podemos ha sobrevivido, pero maltrecho. Así visto, parece difícil reeditar la coalición progresista de Gobierno, salvo que las izquierdas lograran acallar el ruido y acabar con las peleas internas en el Ejecutivo.

Que el PP haya absorbido todo el voto de Ciudadanos en el conjunto de España —Catalunya es la excepción— no justifica por sí solo la dimensión de su éxito. Tampoco que haya arrollado, como era previsible, en Madrid. Así que cabe atribuirle también a Feijóo una parte importante de ese resultado. Porque también él protagonizó personalmente la campaña de los populares. Ahora bien, el líder del PP tiene por delante una difícil tesitura, ya que deberá pactar con Vox, que también ha mejorado posiciones respecto a 2019, ayuntamientos y comunidades. Y esta vez Feijóo tendrá que hacerlo sin excusas y sin anestesia.

Ahora bien, pensando en el resultado de las elecciones generales de diciembre, no parece que el pronóstico de Michavila, no el exministro de Aznar sino su hermano el sociólogo, se vaya a cumplir. Hoy aún no sabremos quien gobernará en 2024, aunque Feijóo se perfile para ello.

* Periodista

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