Opinión | EL TRIÁNGULO

Paradojas electorales

Tres hechos que parecen contrarios a la lógica en esta carrera electoral: cuanto más nos recuerdan las encuestas el crecimiento de los movimientos más localistas, cuanto más nos recuerda la sociología electoral que el voto es cada vez menos ideológico, más táctico, más adaptado a la convocatoria de la que se trate, municipal, autonómica o de generales, más se empeñan los partidos en elevarlas a esta última categoría. Esta es la primera paradoja de esta campaña a la que le queda bastante menos por delante de lo que ya podemos considerar pasado.

El factor de la ideología como monolítico ha ido perdiendo fuerza en la orientación del comportamiento electoral, y aunque la escala izquierda-derecha sigue sirviendo de guía para hacer accesibles las propuestas y la posición de los candidatos, los votantes no usamos la urna sólo para formular un voto expresivo, sino que buscamos una utilidad. A veces la encontramos en un programa político, a veces en otro, sobre todo si cambiamos del ámbito municipal al estatal. Y aunque esto es bien sabido por los partidos, sigue imponiéndose el relato nacional porque la vista esta puesta en diciembre de este año, en ganar o perder las municipales como la suma de todos los votos del país, porque sigue habiendo elecciones de primera y de segunda división. Para complicar el modelo, no solo los votantes nos movemos, sino que cada vez más los partidos lo hacen, en un reajuste a veces inmenso como fue el de Ciudadanos de Albert Rivera o más gradual como Unidas Podemos, PSOE o PP. Casi ningún actor está quieto, y en este continuo baile, buscar certezas axiomáticas en lo ideológico es un error.

Viendo los resultados de las encuestas publicadas, la segunda paradoja se encuentra en una fragmentación del voto de tal medida que los futuros gobiernos de las ciudades de mayor tamaño del país quedan a merced de los pactos, mientras se sigue hablando de la sociedad más polarizada. ¿No será que el proceso de polarización viene impuesto desde lo externo y los ciudadanos queremos posibilismo y acuerdo? Ya la multiplicación de candidaturas en estas elecciones, incluso en municipios muy pequeños, indicaba esa tendencia que se ve reforzada por la unanimidad en los sondeos de la necesidad de acuerdo para gobernar ¿La tozuda realidad aminorará el discurso de la lista más votada o seguirá siendo un mantra recurrente?

Y tercera paradoja, esta ya personal, aun teniendo claras mis preferencias de voto, que esta campaña electoral sea tan competitiva y de resultados inciertos no deja de parecerme un valor democrático, una activación del músculo cívico, aunque yo quiero que ganen los míos.

*Politóloga 

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