Opinión | EL CUERPO EN GUERRA

Formas de mantenerse a flote

La «nube negra» a la que cantaba Sabina nos asalta a muchos. Cada día. Qué cuesta arriba se hace vivir en ocasiones, encontrar motivos para elegir resistir con todo en contra o con un gran dolor dentro (físico o emocional) que (casi) te consume. La depresión y la ansiedad son cánceres endémicos a nuestra forma de vida actual. Por suerte, muchos contamos con seres de luz a nuestro alrededor que nos sostienen. El acceso a psiquiatras y psicólogos que puedan tratarnos es fundamental y otra lucha (más) en la que el difícil acceso a los servicios públicos, la privatización y los recursos con los que cuente cada cual entran en juego. De hecho, a menudo la terapia no es suficiente y hay que acompañarla de tratamiento farmacológico (a muchos les provoca rechazo; yo creo que la ciencia está para ayudarnos).

Así, cada uno con las herramientas de las que dispone sobrevive como puede. Hay días que parecen ochomiles que escalar o en los que el tiempo queda suspendido y los minutos se convierten en horas; épocas mejores y otras peores. En cualquier caso, jamás una depresión podrá justificar un comportamiento reprobable éticamente, especialmente si el capitalismo más atroz y elevado a su máxima potencia entra en juego. Incluso aunque acontezca tras la muerte de un hijo.

Reproducirnos podrá ser una de nuestras funciones básicas, pero no es ningún derecho salvaguardado por ninguna ley o máxima moral. No se puede pretender ser madre a toda costa, especialmente si eso conlleva la «compra» del cuerpo de otra mujer. E insisto en ello no solo porque a muchas la infertilidad o los problemas para tener un bebé nos suman en esa nube negra, sino por el debate generado a raíz de la compra de una criatura por parte de Ana Obregón a través de la gestación subrogada. La pérdida de un hijo y la depresión no la justifica.

Si esgrimimos el lema «adopta, no compres» para las mascotas, ¿cómo no hacerlo para los seres humanos? Una no puede intentar mantenerse a flote a toda costa a base de talonario y arrasando con otros cuerpos o seres vivos. La depresión conlleva un trabajo de fondo de largo recorrido. A menudo una nunca consigue escapar de ella, pero jamás será una excusa para comprar bebés.

** Escritora

Suscríbete para seguir leyendo