Opinión | EL TRIÁNGULO

Si tocas las pensiones, olvídate de los salarios

A la CEOE no le gusta este afán reformador que tiene el Gobierno en legislación laboral o en la actualización de las prestaciones. Ya se plantó en las reiteradas subidas del salario mínimo, aunque se sumó a la reforma de 2022, desde entonces contraargumenta con la imposibilidad de alcanzar un pacto de rentas. Subes el salario mínimo por encima del 4%, que era mi propuesta, pues no cuentes conmigo para las revisiones salariales. Tampoco lo hagas si subes las pensiones más de un 8% o emprendes una reforma de las pensiones con los sindicatos y avalada por la Comisión Europea. Hay una cierta incredulidad en la patronal española, acostumbrada a los acuerdos tripartitos de comienzo de legislatura y a la sintonía absoluta con el gobierno de Mariano Rajoy, a la continua salida hacia delante del actual ejecutivo, con o sin ellos. Las reiteradas llamadas a los pactos de largo recorrido o con conciencia de Estado se utilizan muchas veces como argumento para propiciar el inmovilismo.

Es evidente que la concertación social es la mejor de las acciones posibles, pero eso no debe paralizar cualquier tipo de reforma porque no coincida con los intereses empresariales. La actualización del Pacto de Toledo no sólo es imprescindible a medio plazo para mantener un sistema de sostenibilidad financiera de la Seguridad Social, sino que debe ser inminente porque Bruselas apremia con la segunda parte de la reforma de las pensiones para desbloquear el cuarto pago del plan, 10.000 millones de los fondos Next Generation. A la CEOE no le gusta la nueva ortodoxia europea, invertir y transformar con unas políticas más equitativas que las de la crisis de 2010, aprendieron aquí menos con la subida de los tipos de interés, con un poco de suerte a la tercera irá la vencida.

Hasta el Partido Popular se muestra más permeable a la negociación, cuando hasta hace poco eran los del no por el no, pero claro deben rendir cuenta ante un posible electorado de más de 36 millones de personas, y la CEOE ante sus socios. El cuerpo electoral no es solo cuantitativamente diferente sino mucho más heterogéneo, y ahora que las encuestas les colocan en primera posición no van a arriesgar la llegada al poder. Mientras tanto, la confederación de empresarios pide bajada de impuestos, adelgazamiento de la administración, subida de la natalidad e incentivar los planes de pensiones privados. Muy realista para aquellos que casi no pueden hacer frente a las hipotecas o a las subidas del alquiler, pedirles que procreen y además ahorren en productos financieros. La multiplicación de los panes y los peces se les queda corto.

*Politóloga 

Suscríbete para seguir leyendo