Opinión | AL MARGEN

Las mujeres que fuimos

«La mujer, históricamente, ha realizado los peores trabajos, los menos cualificados, y muchísimas veces sin cotizaciones reconocidas»

Ayer leí la noticia de que una jueza ha obligado a un hombre a pagar 200.000 euros a su exmujer tras el divorcio. Justifica la cantidad en «la compensación por el trabajo doméstico no retribuido realizado en el hogar» basado en el salario mínimo interprofesional durante los 25 años de matrimonio.

Hoy inauguro una exposición en el paseo Independencia de Zaragoza. Se titula ‘Las mujeres que fuimos’ y es un recorrido por el trabajo de las mujeres durante el siglo XX, sobre todo en trabajos femeninos que ya no existen. Y la conclusión es clara: la mujer, históricamente, ha realizado los peores trabajos, los menos cualificados, y muchísimas veces sin cotizaciones reconocidas. Y además, durante todo el franquismo, con las leyes discriminatorias dictadas ex profeso para mantenerla en el hogar y «liberarla» de la fábrica y la oficina. Ayer, cuando le preguntaban a la mujer de Málaga si nunca había trabajado (por cuenta ajena, quería decir la entrevistadora) ella contestó que había trabajado siempre. Pero en casa, mientras su marido se enriquecía haciéndolo fuera porque tenían separación de bienes. Al llegar el divorcio, ella se vio sin nada, y él, con sus bienes y además el fruto del trabajo gratis de su ex mujer durante 25 años.

A veces pienso en lo poco que cambian las cosas para el género femenino mientras nos entretenemos en tontadas. En ‘Las mujeres que fuimos’ hay casos tremendos, con jornadas interminables dentro y fuera de casa. Trabajar a destajo era lo normal. Y llegar a la jubilación con la pensión mínima, también. España está llena de heroínas. Pregunten a sus madres, a sus abuelas. Las tenemos alrededor. Y con ellas tenemos una deuda de reconocimiento y de gratitud.

*Periodista

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