Opinión | LA CLAVE

Inaceptable actitud ante las víctimas y mujeres

Todos como sociedad debemos contribuir a la erradicación de esta lacra social

Terminamos el año y empezamos el nuevo con la misma terrible noticia: la muerte de varias mujeres a manos de sus parejas. La ministra portavoz del Gobierno, reconociendo que «algo está fallando», manifiesta que se van a revisar los protocolos al respecto y a trabajar para dar una respuesta adecuada a las mujeres, coordinándose los Ministerios de Interior, Justicia e Igualdad. ¿Ahora? ¿Es que no lo estaban ya? ¿Qué trágicas noticias tenemos que conocer para que se trabaje de forma continua y contundente en proteger a las mujeres? La lucha contra la violencia machista es cosa de todos; todos como sociedad debemos contribuir a la erradicación de esta lacra. A la mujer que la sufre se le exige que denuncie, y sin embargo siguen existiendo lagunas en su protección. La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género es del año 2004, y 18 años después, se siguen asesinando y agrediendo a mujeres con una crudeza impactante; creer que una medida como «avisar» a la mujer de que su pareja tiene antecedentes violentos la protege, es ilusorio y denota ineptitud, ¿qué, se lo van a decir cuando vaya a denunciar? ¡Ya sabe que es violento... la ha agredido! La prevención es primordial y su inversión debiera ser millonaria. Hay indicadores preocupantes respecto a la percepción de algunos jóvenes sobre este tema, por medio están los sentimientos personales, pero hay que decirles alto y claro que cualquier desprecio, grosería, engaño, control, agresividad o violencia no es cariño, aprecio o amor. En nada ayudan la mayoría de series y películas, incluso canciones, donde la discriminación y el maltrato verbal, físico y psíquico es ingrediente principal, reflejándose como algo normalizado. Pero ninguna medida política se adopta contra ello. Ha quedado en evidencia la inaceptable incompetencia e intolerable falta de empatía del Ministerio de Igualdad. Por una parte, con la errática ley del «si sólo si» que permite la rebaja de condena y libertad a violadores, agresores y asesinos, de los que se han beneficiado cerca de 200, sin muestra alguna de disculpa o rectificación de Irene Montero, mostrando con ello que su soberbia está por encima de la preocupación de las víctimas. Y, por otra, la injustificable e indecente actitud de la secretaria de Estado de Igualdad bromeando y frivolizando con la salida anticipada de los agresores, aunque se disculpara después.

Entre las medidas de la ley contra la violencia a la mujer están la información, formación y sensibilización. Muy adecuadas son las campañas dirigidas a la sociedad de «contra la violencia, tolerancia cero», y «ni una más». Eso, debemos también exigir a la actuación política en esta materia sensible, porque frivolizar con ello es violencia, desigualdad y discriminación, por tanto, tolerancia cero. Me pregunto, ¿cuántos agresores han de salir a la calle o rebajar su condena para que Igualdad considere que se revictimiza a la mujer? Hay que reclamar: «Ni uno más».

Y todo ello amparado por Sánchez. ¿Cuándo y cómo se va a proteger realmente a las mujeres y respetar a las víctimas? ¿Qué confianza otorga un Gobierno más preocupado de sí que de la mujer concreta, con nombre y apellidos, con sus circunstancias personales, sociales y económicas que la hacen única, y que demanda protección y defensa? Ya es hora de asumir responsabilidades políticas de quien frivoliza y lo consiente. No hay ideología más feminista que defender la vida y la integridad de la mujer.

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