Opinión | EL ALEGATO

Hablando claro y andaluz

Acabo de toparme con una noticia que me tiene bastante indignada: una filóloga inglesa, cuyo trabajo habitual es impartir clases de idiomas en la localidad onubense de Cartaya, ha creado la primera escuela para enseñar a escribir en «andalûh». Edela se llama el centro y se dice que ya dispone de dos cursos presenciales en Alemania. Será para enseñar a los germanos a decir piropos playeros: ¡A ti te parió una mare!

Todo comenzó en 2017, por una traducción que realizó el antropólogo ‘Huan Porrah’ de ‘Er Prinzipito’ con apoyo económico del SAT, publicándose en 2018 ‘Er Prinçipito Andalû’.

En el artículo de referencia se dice con el mayor descaro que tal escuela era el sueño de Blas Infante para su Patria Andaluza. Llegados a este punto y con disculpas del lector no puedo remediar que se me escape, en andaluz hablado y escrito, un término muy gaditano: ¡Y un mojón pa ti!

¿Cómo un señor notario como D. Blas Infante iba a animar a nadie a escribir con cedillas o acentos circunflejos más propios del Medievo o de grafías francesas, griegas, rumanas, etc., si él lo único que anhelaba era que aquellos jornaleros, que paseaban su hambre por las calles del pueblo, pudieran poner un plato en su mesa cada día y lograran poner su nombre sin firmar con el dedo cuando iban a su despacho sin cobrarles?

Leo que el artífice de este propósito es la EPA: Estándar para el Andaluz, que en su página web se define como un colectivo informal de estudiosas, aficionadas y amantes de la lengua andaluza en general. Es una iniciativa impulsada por la extrema izquierda nacionalista andaluza y por Adelante Andalucía (como se ve, nada que ver con la Encuesta de Población Activa).

Este colectivo hace mención a que en 2021, la senadora de Adelante Andalucía, Pilar González Modino, hizo una defensa del ‘andalûh’ asegurando que es nuestra lengua natural.

Tengo que dar parte de razón a la ex-senadora: el andaluz es nuestra lengua natural. Hablamos andaluz, nos enorgullecemos de ello y es tan rico como el territorio que Andalucía ocupa. Imponer una grafía única a un habla tan fértil en matices fonéticos es una dictadura ortográfica inadmisible.

La otra parte de la defensa del andaluz realizada por la Sra. González Modino que no comparto es que su lengua natural no es andaluza sino extremeña-emeritense.

* Abogada laboralista

Suscríbete para seguir leyendo