Opinión | TRIBUNA ABIERTA

Cataluña como estrategia de confrontación

En 2017 con el Gobierno del PP de Mariano Rajoy, el tema del independentismo de Cataluña -según las encuestas de entonces a nivel estatal- estaba en el primer puesto de las preocupaciones de los españoles.

Esa realidad, aunque virtual, al ser una encuesta, fue el culmen de un proceso que comenzó en los años del presidente Rodríguez Zapatero, con el Referéndum de 2006 en Cataluña, que arrojó un resultado favorable a dicha reforma, con un claro 73,9% a favor de la propuesta autonómista (que no netamente soberanista o independentista) previamente aprobada por el parlamento catalán y español... Y solicitada, ¡asombrense! por el mismisimo Mariano Rajoy en sede parlamentaria, con argumentos como estos: «Cuando los ciudadanos piden un referéndum porque quieren opinar, la respuesta no puede ser ‘tranquilos, no pasa nada, confíen en mí’».

Recordemos que casi al mismo tiempo, otros territorios --como Andalucía, Comunidad Valenciana o Aragón-- hicieron y aprobaron, similares propuestas. Pero fue el Partido Popular el que a partir de entonces, agitó la vía de la confrontación, con su denuncia del estatuto catalán aprobado, ante el Tribunal Constitucional, por otra parte, controlado por jueces conservadores afines.

Esto dio pie, a «resucitar» de su letargo, al independentismo radical, entonces muy minoritario, llevándolo hacia un proceso de confrontación con el Estado y viceversa y que se llegara a un nivel de crispación desconocido hasta entonces, que acabó con el intento de Referéndum unilateral, así como la respuesta desmesurada del Gobierno del PP enviando a Cataluña, un seudo ejército de guardia civiles, al grito de «a por ellos», así como la posterior huida y/o encarcelamiento, juicio y prisión de algunos líderes del conocido como «procés».

Hoy, cinco años después, con la izquierda gobernando, el asunto de la independencia catalana, está en el puesto 46 en cuanto a grado de importancia que le da la ciudadanía, en todo el Estado español. Hay bastante diferencia verdad?

Pues mientras tanto, la derecha del PP y la extrema derecha de Vox, con el apéndice residual de Cs, siguen agitando el avispero de la confrontación anterior, como con ETA (que hace 11 años que no mata y hasta se disolvió... o con Venezuela como comodín ya mas esporádico).

Mientras haya personas que se lo crean y les sigan incondicionalmente, ahí estarán ellos con sus banderas, sus himnos, sus soflamas y mentiras, llenas de un monumental grado de odio y con muy poca altura de miras, siendo esta una cuestión de Estado. Al contrario, nadie ha influido más, para que los «indepes» catalanes fueran cada vez más y más beligerantes, que esta derecha cavernicola que hoy tenemos en España. Ahora, precisamente, cuando es vital para consolidar un nuevo marco de entendimiento y de paz social, tan necesario para para poder abordar en un futuro no lejano, unas reformas que posibiliten un verdadero y deseado Estado Federal.

*Diplomado en Ciencias del Trabajo

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