Opinión | LA CAFETERA DE ASPASIA

Huelga

¿No tienen ustedes la impresión que está en desuso la respuesta política ciudadana? Me refiero, sobre todo, al derecho a huelga. Una de las pocas ‘rebeldías’ legales que tienen contemplados los ciudadanos, como decía Walter Benjamin.

Cierto es que el sector de la medicina ha comenzado a movilizarse pero, a mi entender, hay otro imprescindible para el desarrollo de un país que está absolutamente adormecido, desde hace años. ¿Qué no tiene que ocurrir aquí para que el profesorado español exija la protección del sistema público educativo? Me refiero a cuestiones básicas como exigir un pacto de estado en materia de educación. Los bandazos de unos y otros cada vez que entran en el gobierno son ocurrencias que están destrozando no ya al sistema educativo, sino las propias cabezas de nuestro alumnado, un alumnado que cada vez está más desorientado, más frágil, con menos educación, más enfermo y fracasado.

Al profesorado se le implantan leyes educativas sin recursos, sin diálogo, sin sensatez, con ideas que al final se traducen, casi siempre, en rellenar documentación. Todo el profesorado español, ahora mismo, es más de la mitad de su tiempo un administrativo, en mayor o menor grado.

El profesorado tiene capacidad para exigir la atención y calidad que el sistema merece, exigir unas ratios asequibles, fomentar el respeto en los institutos, enseñar la cultura del esfuerzo, del respeto en colectivo. Desde los niveles que están entrando en magisterio, a la odisea de dar clases en los institutos, a la precariedad que permite la universidad española en sus contratos iniciales de profesorado... El sistema es un ‘zombie’.

En la universidad española, para colmo, asumimos la investigación sabiendo que, si eres un buen investigador o investigadora y te dan un proyecto de investigación, vas a conocer el infierno en modo de orgánica.

Personalmente considero que el sistema educativo español necesita de un parón radical que provoque su reestructuración profunda, como poco, a través de un pacto de estado con el fin de crear un sistema coherente de calidad que dé respuesta a todos los retos que nos vienen en los próximos años, para los que tenemos que preparar a los jóvenes ya.

* Artista y profesora de la Universidad de Sevilla

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