Gracias, gracias, gracias

La Institución Teresiana, con el corazón lleno de gratitud por tantos bienes recibidos a lo largo de estos cien años de su presencia en Córdoba, quiere, con palabras de la Directora del sector España Mª Carmen Aragonés, dar gracias:

Gracias por los miembros de la Institución en Córdoba que, a lo largo de todos estos años, llevan adelante la «Obra Buena» de Poveda, poniendo en práctica una visión humanizadora y transformadora de las personas y de los contextos desde el diálogo entre la fe y la cultura, el estudio, la oración y el compromiso social para hacer más posible una sociedad más justa, solidaria e inclusiva.

Gracias por la vida y el testimonio de Victoria Díez y su presencia entre nosotros, que sigue irradiando la fuerza de una vocación de entrega en el seguimiento de Jesús y en el cuidado de los hermanos; entrega hasta la muerte, como mártir, por fidelidad a su fe.

Gracias porque la presencia de la Institución en Córdoba y provincia ha permitido formar niños, niñas, adolescentes y jóvenes en los valores povedanos de la alegría, la expansión, el favorecer un clima de familia que irradie paz, serenidad, bondad, el aprender a ser uno mismo, dar cada cual lo mejor de sí, con la mirada abierta a los demás y capaces de trabajar y colaborar con otros.

Gracias por las diferentes presencias de misión en la ciudad, que hacen posible que el espíritu de la Institución Teresiana de fortaleza y amor, de encarnación en las realidades sociales, culturales y eclesiales, como luz y sal, siga siendo atractivo para nuestra sociedad necesitada de espacios de convivencia pacífica, de encuentro entre los diferentes, de descubrimiento de sentido transcendente, de esperanza movilizadora.

Gracias a la Comisión del Centenario de la Institución que ha organizado e impulsado los actos de esta celebración a lo largo del año y contribuido a visibilizar la realidad de la Institución Teresiana como asociación laical de la Iglesia.

Gracias por la presencia del Sr. Obispo en esta Eucaristía de Acción de Gracias y de los sacerdotes concelebrantes, amigos de la Institución; por los procesos en que como Iglesia estamos comprometidos, de sinodalidad, a través del diálogo, comunión y participación y de salida hacia los más desfavorecidos al estilo de Jesús.

Gracias por todos los que hoy estamos aquí, por los que formamos parte de la Institución Teresiana, por el amplio movimiento en torno a ella (MIT) y por aquéllos que seguirán acercándose a la Institución; que continuemos transmitiéndoles la importancia de vivir unidos para el bien, como los primeros cristianos, desde el cuidado mutuo, la entrega generosa y la disponibilidad humilde y sencilla para dar respuesta desde nuestro carisma a las necesidades de los hermanos.

Con la mente y el corazón en el momento presente, como S. Pedro Poveda y con enorme gratitud a quienes han hecho posible la vida durante estos cien años --personas, entidades, amigos, colaboradores...-- , la Institución Teresiana de Córdoba comienza su segundo centenario.

 ** Institución Teresiana de Córdoba

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