Diario Córdoba

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Juan de Dios Torralbo

TRIBUNA ABIERTA

Juan de Dios Torralbo

'Locus amoenus' de Castilla del Pino

El psiquiatra pasó las dos últimas décadas de su vida en su Casa del Olivo de Castro del Río

“A las 6 o las 7 de la tarde, en la Casa del Olivo, hago hortus conclusus. No se espera a nadie. Bajo, cierro el portón y pongo la tranca». En su Casa del Olivo de la villa cervantina de Castro del Río, en el número 45 de la calle Corredera, Carlos Castilla del Pino pasó las dos últimas décadas de su vida. En esta casa del siglo XVIII, de aire andaluz, con dos patios y una pequeña alameda, Carlos Castilla del Pino encontró el espacio ideal para disfrutar, junto con su mujer, Celia Fernández Prieto, del solaz, de la paz y del sosiego, rodeados de gente sencilla y humilde. Un ambiente propicio también para seguir desarrollando su excepcional producción científica.

«Quien visite hoy a Castilla del Pino en su Casa del Olivo tendrá ocasión de comprobar la serenidad y el trabajo intelectual que allí se respiran. La serenidad que acompaña a la obra bien hecha que se acumula cada día. Porque este psiquiatra, dedicado a curar, a enseñar y a aprender, no es ni ha sido un emérito [...], sino un muy dotado trabajador. Un hombre de bien», escribió Joaquín Leguina. Confirma lo que vengo sosteniendo: que Castro del Río es el locus amoenus de Carlos Castilla del Pino.

Pues bien, hemos celebrado unas jornadas tituladas «Carlos Castilla del Pino desde Castro del Río, 1922-2022» para investigar y difundir el patrimonio intelectual del académico (ocupó el sillón Q de la RAE) así como su lado más humano. Celia Fernández destacó que «el afecto y la admiración dan sentido a este homenaje».

El alcalde Julio Criado subrayó la importancia del evento, señalando y agradeciendo la implicación del Aula de Debate ‘Miguel de Cervantes’ de Castro del Río. Salva Millán, teniente de alcalde y delegado de Cultura, remarcó el interés por sumar nuevos actos en torno a la figura y la obra de Carlos Castilla del Pino, mencionando el apoyo de la Diputación de Córdoba.

El catedrático José María Ruiz Vargas dictó una amena conferencia sobre la memoria, enfatizando y ejemplificando la importancia de la misma. Se refirió, entre otras muchas vivencias compartidas, a la inauguración de la plaza que lleva el nombre de Carlos Castilla del Pino, así como a su propuesta y nombramiento como doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Madrid.

Se presentó el documental dirigido por Francisco Cañasveras y realizado por Fernando Cañete que repasó la estrecha vinculación del psiquiatra con Castro del Río incorporando testimonios de alcaldes y vecinos de la población. (De)mostró el impulso que supuso para la cultura castreña su vida en la villa.

Domingo Caravaca coordinó una mesa redonda en la que José Antonio Cerezo recordó el cervantismo internacional en el congreso «La construcción del personaje en Cervantes» así como la concepción de la felicidad que tenía Carlos Castilla. Celia Fernández, profesora de la UCO, comenzó con un artículo publicado en 1987 titulado ‘Autobiografías’ para detenerse en los dos libros de memorias de Carlos Castilla del Pino. Los contextualizó mediante las obras de José Manuel Caballero Bonald, Fernando Fernán Gómez, Juan Goytisolo y Jorge Semprún, entre otros autores coetáneos. «Esa generación es una generación muy autobiográfica [...] que en un momento determinado rompió con los modelos de la dictadura y buscó cómo construirse la libertad», infirió Celia Fernández.

María Félix Navarro aportó una semblanza del periodista Juan Ángel Vela del Campo, ensayista, analista cultural y periodista. Vela del Campo empezó su conferencia señalando que Carlos Castilla del Pino significa «una invitación a la vida» aludiendo al documental proyectado que «plasma el carácter sencillo, natural, generoso, espontáneo que tenía en las conversaciones y demás». Describió numerosas anécdotas y vivencias compartidas junto a Carlos Castilla del Pino.

Participaron vecinos de Castro del Río, alumnado y profesorado de la Universidad de Córdoba, representantes del Ateneo de Córdoba, miembros de la Casa de Castro del Río en Córdoba junto a vecinos de Doña Mencía, pueblo natal del conferenciante Ruiz Vargas. Es destacable la asistencia de José María Valls Blanco, psiquiatra y secretario de la Fundación Castilla del Pino. Aludo también a los momentos de convivencia del desayuno molinero y de la copa de vino español que compartimos en el patio de armas del castillo el cual luce renovado.

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