Diario Córdoba

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Juan Andrés Molinero

TRIBUNA ABIERTA

Juan Andrés Molinero

Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno

Fue creada hace 25 años por Covap, en Los Pedroches, para aprovechar los réditos de su actividad

La Covap y Pozoblanco acrecientan sus méritos con esta fundación ejemplar. No es una institución cualquiera, más bien una iniciativa postinera de cultura, un referente de excepción. La portentosa industria lactea de Los Pedroches, modélica en su rama, tuvo a bien la creación de una fundación cultural para aprovechar los réditos de la actividad agropecuaria; con una generosidad inusitada por revertir beneficios de la tierra, potenciando las sinergias en el mayor grado posible. Con una mirada alta, de muy larga proyección, nace el 2 de abril de 1996 con la intitulación homónima del primer presidente de la Cooperativa (nobleza obliga), con principios similares a los que él define como fundamentos de progreso económico: apuesta firme por la formación y la cultura. No solamente de los ganaderos, pilar esencial de la economía de la comarca, sino de toda la población, que debe beneficiarse. Nos encontramos ante un organismo cultural muy bien definido en principios, como decimos, de remoción de espíritus con actividades variadas, postulando bases de conocimiento y propulsión hacia el progreso; de promover inercias de transformación a partir de iniciativas variadas. No se trata simplemente de teorizar, con acopio trasnochado de postulados, sino virar la mirada hacia el futuro, partiendo del análisis serios de la realidad, interpretando adecuadamente los parámetros (económicos, políticos...) de nuestro mundo y asentando bases firmes para una existencia mejor y más satisfactoria. La comarca de Los Pedroches y su entorno amplio (porque alarga mucho sus tentáculos) tienen mucho que agradecer a esta fundación que, más que altruista, es consciente de que el cambio se encuentra en la toma de conciencia de lo que somos; en el aprovechamiento de nuestros recursos, trabajo y el esfuerzo, pero también la imbricación anchurosa de multitud de perspectivas (temas y asuntos) que conforman los pilares de nuestra vida. La Fundación de la Covap ha apostado muy fuerte y de forma bien definida, bajo la tutela afortunada y excepcional del presidente Muñoz Machado (sobrado de loores), por una proyección de altura en sus postulados: variedad de temas abordados (Historia, Economía, Medio Ambiente...); problemas y sensibilizaciones sociales y culturales; por dinamizar, en fin, una sociedad necesitada siempre de revulsivos para elevar su mirada al frente y pensar que se pueden alcanzar las metas más elevadas. Esa es la bandera del progreso, mover en paridad piezas que la Covap maneja con solvente precisión: trabajo y esfuerzo; innovación y tecnología; mirada al futuro apostando por la juventud; y muy especialmente dignificando el sector agropecuario, y sus gentes, de una tierra que solamente ellos han sacado adelante durante más de quinientos años. La Fundación solamente ha tenido que poner la guinda, apostando por la Cultura, con mayúscula, como motor del cambio. La actividad desarrolla en este cuarto de siglo que celebra es ingente, pero sobre todo pone de manifiesto con trazo muy grueso cuáles son sus intereses de verdad y cuál es su firma por el progreso. En estos veinticinco años nos ha permitido participar como nadie en Jornadas de Otoño escuchando, en primera persona, las voces más autorizadas de nuestro país (estudiosos, políticos, economistas, artistas...), que es un lujo excepcional para una pequeña ciudad de Andalucía sin grandes comunicaciones; nos ha permitido participar en escenografías (obras de teatro, musicales y conciertos) relevantes elevando nuestras sensibilidades con maestros de nuestro tiempo, que de otra manera no hubiéramos podido; ha potenciado, y potencia, el espíritu creativo y profesional no solamente de su ramo (agropecuario), sino con trabajos, investigaciones y publicaciones varias de carácter extraordinario, que son siempre pilares de progreso y modernización; y en su tráfago diario, de apoyo siempre y general hacia todas las manifestaciones (exposiciones, jornadas, eventos...), los jóvenes tienen un soporte nada desdeñable de estímulo, creación y valoración de su aprovechamiento con premios anuales que potencian cauces de crecimiento y consideración sobre el trabajo bien hecho. La Fundación de Pozoblanco y Covap constituye, de forma afortunada, uno de los mayores referentes de nuestra cultura de Los Pedroches. Enhorabuena.

* Doctor por la Universidad de Salamanca

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