Diario Córdoba

Diario Córdoba

Jose Manuel CuencaToribio

HISTORIA EN EL TIEMPO

José Manuel Cuenca Toribio

Málaga: un ejemplo a seguir (y 2)

Sus merecimientos a la capitalidad cultural europea son tan numerosos como contrastados y firmes

Por causas abocetadas en el precedente artículo, la ilusionada e ilusionante candidatura de Córdoba para convertirse en Capital de la cultura europea en 2016 acabó por frustrarse. Los factores de dicho fiasco fueron más internos que externos, bien que otras cosas asaz distintas quieran hacer ver algunos de los responsables políticos de la época. A la fecha, Málaga, que asimismo optara a tan notable distinción en el citado año, ha ofrecido su oferta cara a una coyuntura semejante en el campo de una dimensión esencial de nuestro tiempo y el porvenir más inmediato: la Exposición Internacional de Sostenibilidad, Medio Ambiente e Innovación. Sus merecimientos son tan numerosos como contrastados y firmes. La ciudad, convertida por derecho propio en faro y perla del Mare Nostrum en proa del fastigio de la centuria actual, visibiliza su atractiva opción con los colores más radiantes en diversos campos socioeconómicos y --elemento y clave decisivo, indudablemente-- culturales. La fuerza inventiva y capacidad creadora de su población llaman, en verdad, al asombro en múltiples facetas. Su economía es roborante y equilibrada; el positivo legado de una tradición multiforme se aúna con el elán de un progreso que impulsa y llena el conjunto de las manifestaciones de un pueblo compenetrado con la hora histórica que atraviesa sus meridianos y en el que el diálogo con sus dinámicas elites arroja de ordinario saldo envidiable, sobre todo, en una colectividad meridional en la que dicho fenómeno ha sido muy raro hasta hodierno, con el natural y pesaroso balance negativo.

En tal plano, el indiscutible y muy dilatado liderazgo edilicio de su carismático alcalde D. Francisco de la Torre se dibuja, con títulos aplastantes, a manera de pieza mayor y admirable. Aprendida a nivel andaluz la triste lección de 2016, ha puesto en marcha un ejemplar programa de sostenimiento de la susomentada candidatura, con especial atención a los detalles, escenario por lo común en el que acaban de ventilarse las aspiraciones de tal género. El tiempo suele ser el acompañante indeficiente de los gobernantes de raza emplazados habitualmente de grado o de fuerza con formidables envites, cuyas calderas resolutivas han de estar siempre en permanente ebullición. El coste personal es muy alto; pero el beneficio colectivo no lo es menos. Confiemos en que en dicha ocasión esta ley de oro de la Historia tenga igualmente cumplimiento en el imantador solar malagueño. Al menos así se quiere y se formula ahora desde una tierra tan vinculada a él como la cordobesa, de la que modestamente se hace entusiasta intérprete el arriba firmante.

Compartir el artículo

stats