Diario CÓRDOBA dio un paso adelante el pasado viernes en su compromiso con Córdoba y asumió la responsabilidad de organizar el primer acto que se ha celebrado en el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) una vez remodelado por el Ayuntamiento, que ha invertido 18,6 millones de euros en la tarea de convertir el antiguo pabellón de Cajasur en el Parque Joyero en unas instalaciones avanzadas a disposición de la ciudad y la provincia.
Nueve años han transcurrido -hubo problemas con la primera empresa constructora que interrumpieron los trabajos en 2017 y se retomaron a finales de 2020- desde que el Consistorio se hizo cargo del edificio, concebido solo para fines feriales y cargado de deficiencias estructurales que lo hacían inviable. Ahora, con una estética deslumbrante y convertido en «la caja de los eventos», como fue descrito en la cita CÓRDOBA Conecta, ese acto de reestreno que tuvo el honor de protagonizar nuestro periódico, es un inmueble de vanguardia. Cuenta con 12.000 metros cuadrados nítidos expositivos que, mediante un sistema mecanizado de tabiques móviles sobre una retícula de raíles, y con gradas de asientos que pueden recogerse y desplegarse a voluntad, ofrece hasta 17 espacios diferentes, pequeños, medianos o grandes con gradas para cerca de mil asistentes y capacidad para 5.000 en la gran sala, con un sistema de iluminación natural graduable concebido para el ahorro energético y todo tipo de soluciones para adaptarse a las necesidades de los eventos que albergue. El abanico es muy amplio, desde grandes ferias o convenciones hasta conciertos, presentaciones o actos deportivos. Sobre sus características y objetivos, el periódico ofrece hoy a sus lectores un especial Documentos CÓRDOBA de 72 páginas.
Con el CEFC, la ciudad completa sus equipamientos y se suma a las 53 ciudades españolas que cuentan con grandes centros expositivos. Se ha tardado mucho, demasiado. Como indicó en el acto el alcalde, José María Bellido, Córdoba no puede permitirse llegar a los avances en el puesto 54. Lo cierto es que la ciudad lleva cerca de 30 años debatiendo y buscando soluciones para un recinto ferial que ahora llega adaptado a los nuevos tiempos y a las necesidades actuales, muy distintas, con las nuevas tecnologías, a las de hace tres décadas. Su versatilidad, coincidieron todos los ponentes, es su mayor baza competitiva, y Córdoba necesita impulsar la celebración de grandes eventos. El turismo no basta como motor de desarrollo, es necesario darle a la ciudad un enfoque de centro de negocios, y el CEFC, en el que igual puede celebrarse una feria de maquinaria que un encuentro de defensa o innovación, un congreso o un concierto, puede ser una palanca para este objetivo.
El CEFC inicia su andadura con 21 eventos programados, y el Ayuntamiento estima en 23 millones de euros su impacto económico anual. Es bueno que inicie de inmediato su rodaje, una forma también de presionar para que se solucionen las evidentes trabas con las que nace, principalmente por la estética del entorno y su aislamiento. El flamante edificio se sitúa al filo de un escenario industrial poco cuidado desde el punto de vista urbanístico, sin apenas servicios y con una estética muy mejorable -el muro que lo separa de las instalaciones ferroviarias necesitaría, al menos, un adecentamiento- y, aunque cuenta con parada de taxis, se anuncian 600 plazas de estacionamiento y habrá autobuses cuando se celebren eventos, el esperado apeadero del cercanías (aquél ‘metrotrén’ del que tanto se habló hace casi una década) debe ser ya una reclamación urgente del Ayuntamiento a la Administración central. El acceso al CEFC es quizá su principal hándicap, pendiente de las futuras obras de la Variante Oeste, otro proyecto indispensable para Córdoba que se retrasa año tras año, presupuesto tras presupuesto, y necesita un empujón definitivo.
