Diario Córdoba

Diario Córdoba

Marcos Santiago Cortés

Unión civil

¿No creen que es hora de que empecemos a hablar de unión civil y no de la cansina Guerra Civil? Es curioso, que la que mantiene esta forma de llamar a las masacres del 36/39, sea la parte que perdió. Se nota que no entiende que cada vez que menciona aquel conflicto con el nombre oficial, es decir, Guerra Civil, está dando la razón al ejército que se sublevó. Porque ese nombre, así como tal, alude a una guerra no provocada por militares sino por la población civil o lo que es lo mismo, por la peligrosa inestabilidad social reinante, causa esta que defienden los vencedores. Pero una guerra entre ejércitos no es civil, aunque sean de la misma nación sino un enfrentamiento orquestado por políticos y militares. Pero reitero que el nombre aceptado de «Guerra Civil» alude a dos bandos civiles o lo que es lo mismo, a una masacre entre vecinos sin uniforme; es cierto que ocurrieron muchos episodios de estos, pero en esencia, las batallas fueron regladas y uniformadas. Por Dios, no la llamemos Guerra Civil que, si insistimos en llamarla así, asumimos una guerra liada y declarada por el pueblo mismo. Y si en verdad eso es así, debe darse ya por finalizada. Por tanto, la izquierda, en coherencia con la terminología que usa para denominar el conflicto aquel, debe aceptar ya los designios de la historia, aunque perder no le guste a nadie. Otra cosa es que la izquierda no hubiera asumido ese nombre y sí el de una horrible dominación de los poderosos sobre el pueblo. Pero repito que la izquierda la llama Guerra Civil, aceptando de esta forma las tesis de la derecha sobre las causas de su desencadenamiento y por tanto, para ser coherente hay que dar por finalizado ese periodo histórico. Yo no estoy muy seguro de si aquello fue una guerra de dos bandos civiles o fue una terrible e injusta dominación militar de los poderosos contra la parte más popular y esencial de la sociedad española. Aun nadie me ha convencido para opinar con rigor. Solo sé que hubo tragedias de todos los colores y que, en un momento dado, después de la injusticia del levantamiento contra el orden establecido, todo el mundo ejerció los crímenes más inmundos y cobardes. Hoy, casi cien años después, digo dos cosas para aportar algo constructivo: cuando hablen de la guerra aquella, hablen con menos frivolidad y mucho más respeto porque hubo abuelos y abuelas asesinadas de todo origen e ideología (y sin ideología ninguna). Y es que esa contienda, más allá de todo, fue una masacre de inocentes. Y aprendamos que en estos tiempos que vienen tan duros, donde Europa vuelve a gritar de miedo, el pueblo español no debe dividirse nunca más lo diga quien lo diga y que se erija una sola voz que grite al mundo que una guerra nunca es solución sino agravamiento del problema Porque mucho me temo que como ocurrió con nosotros, los poderosos de Europa vuelven a matar a diestro y siniestro camuflados bajo el nombre civil de las naciones.

*Abogado

Compartir el artículo

stats