Diario Córdoba

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Antonio Gil

PARA TI, PARA MÍ

Antonio Gil

El esplendor de la Vaquera ilumina a Hinojosa

Hinojosa del Duque, el pueblo que corona la provincia cordobesa en su zona norte, con la agricultura y la ganadería como estandartes de sus principales fuentes de desarrollo, ha vivido a lo largo de esta semana el esplendor de la representación de la obra teatral ‘La Vaquera de la Finojosa’, dirigida magistralmente por Pedro Calvo, siguiendo el guión escrito en 1998 por Francisco Benítez, en el ancho y espectacular escenario de la plaza de la ‘Catedral de la Sierra’, construida en el siglo XVI, joya renacentista cordobesa. Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, personaje clave en la sociedad y la literatura castellana durante el reinado de Juan II de Castilla, provenía de una familia noble inclinada desde siempre a las letras. Su abuelo, Pedro González de Mendoza, y su padre, el almirante de Castilla, Diego Hurtado de Mendoza, fueron también poetas. Hombre de gran cultura, se rodeó de brillantes humanistas, ofreciéndonos en su obra literaria las dos tendencias de la época: una culta predominante, en la que se encuentra la cultura clásica grecolatina, la cristiana, y otra minoritaria como las poesías populares castellanas. Será en esas poesías, donde el marqués de Santillana dejó para Hinojosa del Duque una de sus más bellas serranillas, poemitas de arte menor, ocasionales y ligeros, que se componían en la corte ante un auditorio cortesano y diverso. El marqués evita los lugares desérticos o abruptos para situar sus diálogos en los valles, donde el olor de los pinares o del tomillo contribuyan a limar asperezas. Los aciertos estilísticos que utiliza, las descripciones, las metáforas rurales, junto a la sencillez, son los elementos que otorgan a un texto convencional una sublime categoría estética: «Faziendo la vía del Calatraveño, a Santa María, vencido de sueño, por tierra fragosa perdí la carrera, do vi la vaquera de la Finojosa». Al marqués de Santillana, delicado poeta, le gusta pintar idilios, sin caer en excesos, con progresiva estilización de la cortesía y una evidente idealización al evitar los aspectos crudos o desagradables. En las serranillas, el caballero se dirige a la rústica joven como un enamorado, admirador de su belleza. El marqués, siguiendo los rasgos de la pastorela provenzal, además del tono idealizante, introduce un diálogo entre el caballero y la pastora. Así, ‘La Vaquera de la Finojosa’, gracias al estilo de F. Benítez, y a la admirable dirección de Pedro Calvo, ha iluminado las noches de un pueblo que brilla culturalmente por su rico patrimonio histórico-artístico, que va desde la ‘Catedral de la Sierra’, pasando por sus numerosas ermitas, tanto en el casco urbano, como en sus alrededores, hasta el convento de las Religiosas Concepcionistas, cuya iglesia fue consagrada en abril del año 1693. Hace pocos días, en las páginas de nuestro periódico, Pedro Calvo, director de la representación, subrayaba que «este año hemos querido hacer un homenaje a Francisco Benítez, ofreciendo su versión, que es sencilla, hermosa, sin complicaciones, tal y como él la escribió, sin quitarle ni un punto ni una coma. El alcalde, Matías González, ha encarnado al actor principal, el marqués, cuyos textos recitados parecen que han sido escritos para él. La vaquera, una sobrina suya, actriz consumada, con unas cualidades excepcionales y una belleza singular, representa a la mujer hinojoseña y su actuación ha sido maravillosa». Para el alcalde, representar al marqués ha sido una gran ilusión. Toda la obra y su puesta en escena ha despertado un gran entusiasmo, especialmente, en los niños y en los jóvenes de Hinojosa. En realidad, es un espectáculo que brota de las entrañas de un pueblo que pone los actores, pero muy especialmente, su generoso entusiasmo para que todo vaya saliendo de maravillas. Hinojosa vibra con ‘La Vaquera’, que se alza espléndidamente como un «clamor cultural» para toda la provincia y para todo el mundo. ‘La Vaquera’ se convierte en símbolo de unos valores, de unas tradiciones, de una llamada a la vida que resplandece en el colorido de los distintos paisajes de su representación teatral, con la ‘Catedral de la Sierra’ al fondo. Enhorabuena a todo el pueblo, especialmente, al director, Pedro Calvo, a todos los actores, a todos los participantes y asistentes, que han convertido estas noches veraniegas en esplendorosas veladas de luz, de alegría y de grandeza, junto a la Vaquera de la Finojosa.

*Sacerdote y periodista

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