Diario Córdoba

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Fue al releer mi anterior artículo de periódico. De pronto, ¡la falta!, ¡la rata y la errata y la pro rata!, ¡la morcilla!, ¡el desliz!; o sea, la falta de ortografía, o, como yo decía en mis lejanos años de maestro de escuela, «la falta de asnografía». De pronto, mi teclado le dio por escribir con v lo que tenía que ser con b: tubo, de tubería y no de «tener». Creería que me refería a una tubería en v. ¡Libertades de mi teclado! Sus duendes, gnomos, elfos me gastan esta v. Menos mal que el universo no se ha detenido. Y recordé aquel niño en aquella escuela antediluviana en la que teníamos que aprobar sabiendo leer y escribir. Y recordé a mi padre. No tenía una falta de ortografía, por muy extraña que me pareciese la palabra que le planteaba. Y me decía la regla por la cual la palabra se escribía así. Era su ‘Ortografía práctica’ de don Luis Miranda Podadera. Se escriben con b todas las palabras que empiezan por «tri», menos «trivial» y «trivio». Y aquel niño viajaba por el alma de nuestro español. Se escriben con b las palabras que empiezan por «al», y aquella excepción: menos «alvino», referido al bajo vientre. Y mis años de maestro en aquellas escuelitas tan pobres que si quería tiza, tenía que arrancar un trozo de yeso de la pared. Entonces era la muy versátil ‘Breve ortografía escolar’, de don Manuel Bustos Souza. Luego vino ni ortografía ni nada, enseñanza no memorística, los acentos no se pueden considerar como faltas de ortografía. O sea, la nueva escuela: no desasnar, sino volvernos más asnos, con todo mi respeto a los Platero y él. Los bípedos evolucionamos a cuadrúpedos con corbata; ahora, con puro y sin corbata, según nuestro aló presidente. Tantas vueltas para limpiar mi falta de asnografía. Si acaso, puedo aducir la excusa de que con ese tuvo con v me estaba refiriendo a ese tubo con b con el que nuestros ideólogos de la limpieza levantan del suelo la porquería para así limpiar la porquería. Convulsiono cada vez que por una calle me veo envuelto por esa nube tóxica. O quizás la falta de asnografía se deba a que, siguiendo las admoniciones de nuestro aló presidente, me he cambiado de gafas. No sé... Espero que esta vez vayan bien colocadas todas las uves y todas las bes. Pueden comprobarlo. Así entretienen el tedio en la piscina.

 ** Escritor

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