Diario Córdoba

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Lola Alonso del Pozo

TRIBUNA ABIERTA

Lola Alonso del Pozo

Fuego en el cuerpo

El calor tiene otras facetas, una de ellas muy cautivadora al menos para mí, el cine

¡Qué calor!, ¡qué calor! Seguro que han repetido esta expresión varias veces al día y durante todos los días. Y puede que también hayan hablado reiteradamente del cambio climático, de este problema grave que tenemos que resolver.

Pero el calor tiene otras facetas, una de ellas muy cautivadora al menos para mí, el cine. Y si se adentran conmigo en las cuatro cintas que he elegido, quizás el calor se nos revele incluso estimulante.

Pertenecen al singular cine negro y cada una tiene su peculiaridad y su atractivo: ‘El perro rabioso’ de Akira Kurosawa (1949), ‘La jungla de asfalto’ de John Huston (1951), ‘En el calor de la noche’ de Norman Jewison (1967) y ‘Fuego en el cuerpo’ de Lawrence Kasdan (1981). Las comento brevemente. Si las conocen, a qué insistir en su calidad cinematográfica que ya habrán catado. Pero si no las han visto, mi intención es motivarlos para que las disfruten cualquier noche en sombra, con o sin estrellas ni luna, en el ambiente adecuado y, desde luego, sin ‘spoiler’.

‘El perro rabioso’ es una genialidad de Kurosawa, una joya cinematográfica en la que nos hace partícipes del sufrimiento de sus personajes y del sudor asfixiante de Tokio y sus bajos fondos. La cinta es lenta, no estamos acostumbrados a este ritmo en el cine actual; pero si participan activamente en su visionado, con una media hora final de vértigo, no dudo de que se llenarán de sensaciones novedosas e inquietantes. Ese final me hizo destacarla.

La segunda película, del inconmensurable John Huston, la presentaron en otros países con el turbador título de ‘Mientras la ciudad duerme’. La primera vez que la ví me inquietó por su argumento traicionero que juega entre la mafia y la compasión, a la vez que me resultó muy convincente la interpretación de Marilyn Monroe en su primer papel como actriz revelación. William Riley Burnet es el autor de la novela en la que se basa el film. No se la pierdan.

Saber que ‘En el calor de la noche’, argumento de la novela homónima de John Ball, consiguió cinco Oscar, ya nos prepara el ánimo para acercarnos a ella con interés. Resulta escalofriante y nada tranquilizadora y cada vez que la veo me adentra en el calor húmedo y agobiante de su historia llena de sospechas y prejuicios raciales; pero como buen cine negro hay que desentrañar, claro está, un asesinato.

Termino con el extraordinario, incómodo, sorprendente y lleno de talento de un film noir considerado moderno pero realizado con los mimbres del cine más clásico. A saber: ‘femme fatale’, calor insoportable, personaje masculino manipulable, atracción irrefrenable y adúltera... y no falta ni el marido molesto que ineludiblemente debe desaparecer. Ni el sudor ni la lujuria que son protagonistas esenciales, de los que somos testigos privilegiados. Toda la cinta resulta sugestiva, obsesionante y de una tensión que no nos hace ni pestañear. Para mí es una de las películas más seductoras de la historia del cine, con una Katheleen Turner que nos fascina sin remisión con la belleza de su voz ronca y tentadora.

Hay más cine pero elijan ustedes según sus gustos.

Les deseo un visionado refrescante con estas obras de calor y color que se merecen un gran aplauso final. La pena es que dentro de tanta belleza no es posible olvidar el cambio climático al que hemos empujado nuestro hogar, la tierra.

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