Diario Córdoba

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María Olmo

LA RUEDA

María Olmo

Niña Borbón, la que te espera

De las alpargatas murcianas a las heridas de los dedos, pasando por la vestimenta de la princesa

La niña Leonor de Borbón y Ortiz debe ser de las pocas menores a las que se puede descalificar con alegría y en público, diga lo que diga la legislación vigente sobre respeto a la privacidad y otras minucias. Lo lleva, según parece, en el cargo, pues si va a ser Reina de España que se vaya acostumbrando. Esta semana la empezó acudiendo al Teatro Museo Dalí de Figueres, el tercero más visitado de España y de titularidad estatal por mucho que lo escondan, con su hermana Sofía , y allí sufrió el feo de la alcaldesa, de ERC, que no acudió a recibirla (pero sí el vicealcalde). Luego le tocó entregar los premios de la Fundación Princesa de Girona, acto que se celebra en Barcelona porque las autoridades gerundenses no quieren a las «niñas Borbón» (como las mentan allí en alguna prensa virtual) ni a nadie de la Casa Real por aquellos entornos. Lo cierto es que a sus 16 años aguantó las dos concentraciones (una de apoyo, otra de rechazo) y salió airosa de todos los eventos, hablando un catalán que según leo en Twitter le da diez vueltas al de Gabriel Rufián.

La chiquilla, por suerte, ha salido guapita, que si no ya se habrían encargado de llamarla fea a todas horas del día, y tiene una dulce sonrisa con la que desarmar un poco al auditorio, que no sabe si seguir odiando a su madre por mandona y manipuladora o felicitarla por los avances conseguidos en la educación de las infantas. Apenas unos días después de haber leído en prensa más o menos seria las comparaciones entre la tonicidad muscular de los brazos de Letizia y los de Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez (en esas recepciones de la OTAN en las que la Reina pilló el covid), me toca enterarme de que Leonor llevó un vestido de Mango que ya se ha agotado y de que la mencionada (que no citada) prensa catalana acusa a las «niñas Borbón» de engañar al pueblo haciéndole creer que sus pies calzaban unas legítimas ‘espardenyes’ cuando eran unas alpargatas fabricadas en Murcia. ¿Cómo se atreven a pisar territorio gerundense con calzado de la huerta? La niña Leonor tiene unas heridas en los dedos de la mano izquierda. Ella es zurda, pero no conozco a ningún zurdo que salude con la mano izquierda. La prensa del corazón, comprensiva, dice que a pesar de esas llagas en los dedos nuestra princesa no hizo un solo rictus de dolor y saludó a montones de personas dándoles la mano (derecha, según las fotos) sin descomponer la sonrisa. Junto a las surrealistas descalificaciones, un no menos surrealista y pegajoso dulzor de alabanzas se cierne sobre las hijas del Rey.

No sé a qué carta quedarme. ¿Tendrá Leonor un novio brasileño? Esto es agotador. Siento empatía hacia sus padres, por muy Reyes de España que sean, y pienso en el dolor constante de tener que educar a tu hija para que sea un pedazo de hielo y aguante tanta miseria como la que ya se le está viniendo encima, que no es nada en comparación con la que le espera. Con lo que duelen los hijos, que decía mi abuela.

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