Diario Córdoba

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Santiago Navajas

ELECCIONES 19J

Santiago Navajas

Dos ligas electorales

La batalla por el centro la está ganando el Partido Popular

Cenaba hace poco con dos amigos, votantes socialistas de toda la vida. Uno de ellos, médico, me decía que iba a votar por el PP. Me hablaba maravillas de Juan Bravo, consejero de Economía. El otro, gestor cultural, aseguraba que iba a votar a Vox porque estaba harto del postureo moralista de la izquierda en el poder. Con dos presidentes socialistas de la Junta en el banquillo de los acusados por prevaricación y malversación, y librerías teniendo que cerrar ante el acoso de sectarios del movimiento ‘queer’ que pretenden quemar el libro Nadie nace en un cuerpo equivocado, no es de extrañar que los votantes socialistas prefieran decantarse por partidos que se adecuan más a sus intereses económicos y/o valores éticos, por lejos que se encuentren de sus visiones ideológicas. No es que mis amigos hayan dejado la izquierda, sino que la izquierda les ha abandonado a ellos. Podrían decir, como solía remarcar Julio Anguita, que ellos son rojos, no progres.

En las elecciones andaluzas se juegan dos ligas. Por un lado, en la Primera División Electoral, el PP y el PSOE juegan el factor tecnocrático. Dado que prácticamente defienden los mismos principios políticos, una socialdemocracia plurinacional y «de género», solo cabe convencer a sus votantes de que son los mejores gestores. A día de hoy, la ventaja de Moreno Bonilla es infinita en este aspecto.

La Segunda División Electoral la juegan partidos que mantienen ideas políticas fuera del consenso socialdemócrata: Vox o el conservadurismo y cómo-se-llame-ahora-Podemos o el socialismo. Los de Santiago Abascal han sido los únicos que han resistido la tendencia bipartidista del Sistema debido a la mejor preparación de sus cuadros y, sobre todo, a una fidelidad más consecuente a sus principios.

Las encuestas nos dicen que el ganador de la liga tecnocrática no podrá gobernar sin un aliado de la liga ideológica Desde un punto de vista sociológico político lo que está sucediendo es que la batalla por el centro (CIS mediante) y aquellos pragmáticos sin ideología definida la está ganando el PP de la mano de hombres de talante tranquilo como Moreno Bonilla y Feijóo, mientras que en la acera de enfrente el PSOE se aleja de sus votantes al aproximarse a los planteamientos radicales y rupturistas respecto al marco constitucional de populistas, comunistas e independentistas de distinto pelaje.

Para semejante conquista del centro ideológico por parte del PP son fundamentales los ex votantes de Ciudadanos. Si el PP ha logrado captar a votantes liberales, Vox ha conseguido que sea una opción electoral para todos los que se decantan por el populismo, ya sea en su versión conservadora como socialista. En la franja de edad entre los 25 y los 34 años, Vox ya es el primer partido (encuesta IMOP-Insights para El Confidencial). Es decir, de aquellos que despiertan de las ensoñaciones de la adolescencia y salen del jardín de infancia universitario para descubrir en sus propias carnes la realidad en el día a día de pagar facturas, encontrar y mantener un empleo, o encontrarse con el piso «okupado». Como el famoso dicho político, si a los 20 no eres de izquierdas es que no tienes corazón, pero si a los treinta no eres de derechas es que no tienes cerebro.

Si no bastara con eso, los socialistas han dado una vez más muestra de su falta de competencia política poniéndole a Macarena Olona un trampolín en forma de denuncia falsa para darle publicidad gratuita y aura de víctima. La candidata de Vox a la Junta de Andalucía en lugar de acusar por prevaricación y delito electoral a la alcaldesa socialista de Salobreña debería enviarle una caja de bombones.

Tras Castilla León, Andalucía parece que va a ser la próxima comunidad en la que se establezca un pacto entre demócrata-cristianos y conservadores. Parafraseando a Alfonso Guerra, a Andalucía no la va a reconocer ni la madre andalucista que la parió.

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