Diario Córdoba

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Ana Castro

el cuerpo en guerra

Ana Castro

¿Qué nos ha pasado?

Suena de fondo aquella vieja canción: Ah, cómo hemos cambiado. Qué lejos ha quedado... ¿No se ha instalado esta pregunta en vuestras cabezas apenas a unas semanas de las elecciones andaluzas cuando las encuestas dan verdadero terror? En serio, nosotros, tierra de obreros orgullosos de su identidad, su acento y sus costumbres, ¿cómo hemos llegado a dar este giro propio de señoritingos hacia la derecha que jamás ha entendido los problemas de la realidad de los hogares andaluces?

El máximo ejemplo es que se haya puesto como candidata al frente del Vox a la alicantina Olona que busca ser vicepresidenta y que no tiene ni remota idea de nuestra región, que se ha subido al carro para escalar políticamente. Y aún así las encuestas siguen dándole espacio político. Por favor, si hace un mes nos reíamos de que para su encuentro en Cádiz, la única ciudad en la que aún resiste la izquierda, la gente había cogido los autobuses para irse a la playa.

Ojo que en estas elecciones os jugáis vuestra sanidad, vuestra educación..., que esto no va de juzgar la labor del Gobierno central actual. Va de vosotros y de que, pasados los delitos de los EREs y el susanismo, parece que seguís apostando por un PP que sigue podrido y solo quiere que la corrupción quede oculta de puertas para dentro y así lo demuestra cada día en Madrid (con una presunta superioridad moral avergonzante). ¿Acaso queréis semejantes dinámicas en vuestra casa -sobre va, sobre viene, adjudicaciones a dedo-, y que retiren libros de vuestras escuelas en función de una ideología política del siglo pasado? ¿De verdad Juanma representa a las familias trabajadoras andaluzas que subsisten como pueden arrimando el hombro unos y otros entre sueldos de broma, prestaciones por desempleo y pensiones y es el futuro de los jóvenes parados?

Sé que la alianza de la izquierda es demasiado pastiche, aunque puede que sea el voto útil para contar con una voz en el Parlamento andaluz que mire por las políticas sociales. Pero tenéis la suerte de contar con Teresa Rodríguez, que ha dado ejemplo en sus propias carnes deshaciéndose de todos los privilegios de la clase política para luchar como una andaluza más siguiendo su propio camino.

Insisto: Andalucía, que ha sido cuna de civilizaciones, cultura, arte y algunos de los mejores políticos que ha visto este país, ¿qué le ha pasado? ¿Y sus valores? ¿Es el barómetro que dan las encuestas el reflejo de la sociedad andaluza actual? Porque ya no reconozco esta tierra. Me da vergüenza. Sin duda, estas no son las raíces a las que me plantearía volver algún día.

*Escritora

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