Diario Córdoba

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Dolores de Toro García

EL ALEGATO

Lola de Toro

De vuelta a casa quiero ser libre, no valiente

Con ocasión de la Feria de Ntra. Sra. de la Salud, hemos tenido conocimiento de algún caso de violación, abuso sexual y otros delitos contra la libertad sexual.

Igualmente, se suceden sin parar, noticias de agresiones machistas, muchas de ellas con resultado de muerte de la víctima, o en el mejor de los casos, con lesiones tan graves, físicas y psíquicas, que la agredida quedará marcada para el resto de su vida.

En muchos de estos casos, cuando los actos violentos tienen lugar dentro del ámbito familiar o en una relación de pareja, si hay hijos, las secuelas irán más allá, y estos niños o adolescentes necesitarán apoyo psicológico para superar lo vivido e incluso para no repetir conductas.

Con este relato, repetido por instituciones públicas, asociaciones varias y medios de comunicación, cada vez que acontece un hecho de estas características, solo pretendo hacer una afirmación que hago con la mayor de las convicciones: ¡Nos estamos equivocando!.

Con el dineral que llevamos invertido en congresos, cursos, talleres de formación, etc. en educar en igualdad, respeto y libertad sexual, escuchar decir que la última idea que han tenido algunas discotecas y bares de ocio nocturno de Cataluña, -aplaudida por el resto de establecimientos del país, estando dispuestos a su remedo-, es la de tapar los vasos para evitar que en ellos se viertan drogas de sumisión, supone constatar que los propietarios de estos establecimientos saben que esos hechos son más comunes de lo deseable y no quieren problemas en sus negocios.

En primer término aclarar que dicha idea no es tan novedosa, ni de patente catalana. Ya se usaron esos vasos en las Fiestas de Gandía de 2019, ofertados por el Ministerio de Igualdad, con la frase impresa: «De camí a casa vull ser lliure, no valenta». Y en segundo lugar que he comprobado con sorpresa que en varias páginas sobradamente conocidas de comercio electrónico, llevan tiempo vendiendo estas protecciones de vasos antidrogas.

Conclusiones que lamentablemente saco: La libertad sexual y seguridad de la mujer, usada por muchos sin escrúpulos, de escaparate político y como negocio, sigue estando lamentablemente desprotegida y las fuerzas de orden público se ven impotentes, -creo que más legalmente que por otra causa-, para poner freno a estas agresiones.

* Abogada laboralista

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