Diario Córdoba

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Me preguntas qué es la vida. No te voy a contestar con filosofías. Toma mis prismáticos y mira ese nido de gorriones que ves desde mi azotea. Ahí tienes la vida. Papá gorrión y mamá gorriona se han conocido y se han enamorado. ¿Quién se lo enseñó? Luego se han afanado en construir juntos su hogar. ¿Quién los ha enseñado? Vuelo tras vuelo, traían una ramita, una brizna de hierba, un pellizco de paja, hasta que ha surgido esa maravilla de obra de arte que es un nido. Mientras tanto, se aman. ¿Quién les ha enseñado su amor? Después mamá gorriona se ha echado en el nido y ha puesto cinco huevecillos blanco verdosos, con muchas pintitas marrones. ¿Quién se lo ha enseñado? En su la calentura de amor se deposita sobre ellos con una delicadeza y una ternura que sólo una madre posee para sus crías y para la vida. Papá gorrión le traía alimento, le cantaba, vigilaba desde lo alto de una chimenea. Y por fin han salido los gurripatos. Solo son una boca grande, que abren en cuanto papá gorrión o mamá gorriona se acercan para depositarles un insecto o un gusanillo. Así han ido creciendo. ¿Quién les ha enseñado a crecer? Les han ido saliendo plumas grises sobre su plumón blanco. Pero un día, uno de ellos, el más travieso, el más aventurero, el más despistado, se ha echado a volar antes de tiempo, porque tenía prisa en ir a la escuela de los gorriones. Y, claro, el pequeño se ha cansado enseguida y ha caído a mi patio. Yo lo cojo. ¡Está tan tibio! Los padres me pían. Lo deposito en una cajita con unos algodones, en mi ventana, bien a la vista de los papás. Mastico unos granos de trigo y le doy a comer esa papilla con mi saliva, ayudado de un palillo de dientes. Recuerdo que de chaval le daba la papilla en mi lengua. ¡Qué hambre tiene! Quiere hacerse mayor enseguida. ¿Quién le ha enseñado a tener tanta hambre? Los papás también bajan y lo alimentan. Así, en pocos días, se echará a volar, saldrá a la vida e irá solo a la escuela de gurripatos. ¿Qué puedo explicarte de la vida, querida mía? Solo sal a la calle. Mira. Es una continua fiesta y un continuo regalo. Es una fiesta hecha para ti. Es tu fiesta. Estás invitada a cada instante. Hay gente buena. Te sonríe. Está siempre dispuesta a ayudarte. Ésta es la vida. No necesita explicarse; sólo disfrutarla y vivirla.

** Escritor

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