Diario Córdoba

Diario Córdoba

Leire Pajín.jpg

TRIBUNA ABIERTA

Leire Pajín

La reversibilidad de los derechos de las mujeres

Cada vez que se establece un debate sobre los derechos de las mujeres se eleva el tono y se dirige el foco hacia temas morales

Cada vez que se establece un debate sobre los derechos de las mujeres se eleva el tono y se dirige el foco hacia temas morales y subjetivos donde todos los estamentos, la mayoría liderados por hombres opinan, juzgando una y otra vez a las mujeres sin esforzarse por conocer la realidad.

En distintas ocasiones, ese debate divide públicamente también a las mujeres. Debajo de esos debates están los datos; la OMS calcula que todos los años tienen lugar 25 millones de abortos inseguros en el mundo la gran mayoría de ellos en países en vías de desarrollo.

Un matiz no menor, puesto que la realidad sobre la posibilidad de interrumpir voluntariamente un embarazo se basa fundamentalmente en una desigualdad, en función del país dónde vivas, y de los recursos económicos que tengas para poder permitirte una intervención segura en tu propio país, si allí no está despenalizado, o viajando a otro para realizarlo.

De esta forma, los países donde se penaliza el aborto, las mujeres sin recursos, están condenadas a buscar un aborto clandestino sin ninguna garantía para su vida. Cada año, los abortos inseguros, ponen en riesgo a 7 millones de mujeres en el mundo, convirtiéndose en la tercera causa más habitual de muerte materna del mundo y dan lugar además a cinco millones de lesiones en gran medida evitables, según la OMS .

Este es en mi opinión uno de los elementos centrales del debate, más allá del derecho de las mujeres a decidir sobre nuestra maternidad, y nuestra vida, es importante subrayar, que las muertes y lesiones causadas por abortos inseguros son evitables, y que estas muertes suceden a diario en los países donde el acceso al aborto está limitado o prohibido.

En los últimos 25 años, más de 50 países han modificado su legislación para permitir mayor acceso al aborto, mayoritariamente en Europa, (con excepciones como Malta o Polonia, que ha dado marcha atrás) regulando un derecho, que pone el acento en la prevención y en evitar los embarazos no deseados, fundamentalmente en jóvenes y adolescentes, y en garantizar una prestación sanitaria segura, que evite la mortalidad, y la denuncia y encarcelamiento de mujeres y profesionales sanitarios. Los últimos países en sumarse la lista han sido los países latinoamericanos tras largas lucha de las mujeres. Argentina el 30 de diciembre de 2020, y México más recientemente, han logrado un gran avance para poder decidir con mayor libertad sobre el embarazo.

Existe ya por tanto evidencia suficiente sobre el impacto de estas leyes, que arrojan luz para el debate de aquellas personas que quieran realmente conocer la realidad; la regulación, reduce el número de embarazos no deseados y, por tanto, aumenta la posibilidad de que los partos sean también deseados, y lo que es más evidente; no hay más abortos en los países que legislan sobre este derecho, lo que se registra es un descenso notable de la mortalidad de las mujeres que sin esta posibilidad, se ven obligadas a hacerlo en condiciones de inseguridad.

Esta semana en EEUU ha sido rechazada la iniciativa demócrata para blindar este derecho otorgado a las mujeres estadounidense en 1978, ante la posibilidad cierta de que el tribunal supremo lo revierta de forma inminente. Este es el último ejemplo de que siendo cierta aquella máxima de que cuando una mujer avanza, avanzamos todas e «incluso toda la humanidad», los derechos de las mujeres no son irreversibles.

EEUU fue uno de los primeros países del mundo en abordar esta cuestión, la sentencia Roe vs Wade, que hace casi 50 años!!! garantizó el aborto en todo el país, puede hoy volver a clandestinizar a las mujeres, poner en riesgo sus vidas y generar una desigualdad palmaria entre mujeres que viven en un estado u otro o entre aquellas que se pueden permitir viajar. Moraleja; las mujeres no podemos dar nunca por conquistados definitivamente nuestros derechos, de la misma forma que hemos visto volver el burka en las mujeres de Afganistán, 50 años más tarde podemos ver revertir este derecho en EEUU.

Sin olvidar, que en España seguimos con la espada de Damocles de un posible pronunciamiento desfavorable del Tribunal Constitucional, o de una mayoría parlamentaria que culmine esta vez, aquel primer intento (de Gallardón) de hacer reversibles nuestros derechos. Necesitamos más que nunca la guarida alta, y grandes dosis de unidad, inteligencia, y acierto, en una acción política y social que no permita dar ni un solo paso atrás.

 ** Exministra de Sanidad

Compartir el artículo

stats