Diario Córdoba

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Ana Castro

EL CUERPO EN GUERRA

Ana Castro

Poesía y feminismo iluminan el Congreso

Mi suegro siempre dice que ser de izquierdas es muy difícil. Cuánta razón. Y cuán atacada ha sido Irene Montero al respecto por todo lo que concierne a su vida personal. No soy su máxima defensora ni es mi política preferida, pero creo que su intervención de esta semana como respuesta a la señora Olona de Vox constata que tenemos una gran ministra de Igualdad, que a lo largo de todo este tiempo se ha centrado en su trabajo y nos ha demostrado que es posible hacer política feminista en el Congreso de los Diputados, dejando de lado las críticas y ataques mediáticos y de los sectores más duros del PSOE.

Sus socias de Gobierno no se lo han puesto fácil, pero la labor incansable de su Ministerio ha hecho que avancemos más que nunca en derechos y protección de las mujeres en los últimos tres años. Ejemplos de ello son la renovación del pacto de Estado contra la violencia machista de forma permanente, las medidas urgentes contra la violencia machista de julio de 2021, el cambio estadístico para los feminicidios, la Ley de Solo Sí es Sí, la Ley Trans y de Derechos LGTBI, la próxima Ley de Trata o el reciente borrador de la ley del aborto, la más avanzada que hemos tenido nunca, que busca blindar este derecho para que ningún gobierno de extrema derecha pueda derrocarlo. Además, nos ha dado la protección de contar con una baja laboral cuando el dolor provocado por la regla sea incapacitante, una necesidad urgente dado que una de cada diez mujeres (y la cifra sigue subiendo) sufre endometriosis.

Pocos ministerios pueden presumir de dejar un legado semejante. De hecho, su labor pone de manifiesto que Unidas Podemos merece formar parte del Gobierno y debería seguir haciéndolo y ha demostrado que es posible hacer política feminista de izquierdas en este país y mejorar con ella la vida de las personas. Además, ha elevado el discurso político. Sus palabras son las que necesitamos que digan nuestras representantes y la poesía --que también es política-- ha de ser su aliada para luchar contra ideas fascistas caducas sobre las mujeres y las familias.

Por todo ello, hoy me siento mucho más segura andando sola por la noche que el día que regresé tras manifestarme contra el dictamen por el juicio de La Manada. Y eso no es cualquier cosa. No sé qué pasará tras las próximas elecciones y no creo que la vote, pero siempre ha de reconocerse el trabajo bien hecho. Oye, Irene, muchísimas gracias.

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