Diario Córdoba

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Joel Bracho Pérez

TRIBUNA ABIERTA

Joel Bracho Pérez

IES Séneca, de Córdoba para la humanidad

Este instituto es un enclave cultural privilegiado, pero patrimonialmente bastante desconocido

Es ‘El Séneca’, ubicado en la avenida Menéndez Pidal, en sí mismo, un enclave cultural privilegiado, pero patrimonialmente bastante desconocido. Lo atraviesa una antigua muralla de la época Almohade, espacio que fungía de acuartelamiento a tropas que junto a otros dos situados en el entorno de la Calahorra, y en lo que se conoce como Castillo de la Judería o Alcázar Viejo. Esta fortificación servía como defensa de la capital del imperio almohade, Sevilla, contra las acometidas de los reinos cristianos, y para realizar incursiones en esos territorios. De finales del siglo XII o principios del siglo XIII, de técnica constructiva básicamente de tapial, con una cimentación de sillarejo, ocuparía parte de la antigua colina o Cerro de los Quemados, zona de reserva arqueológica, en cuyo subsuelo se encuentra parte del gran yacimiento de Corduba; la ciudad íbera predecesora de la Córdoba Romana. Hacia el exterior (al sureste), el lugar que ocupa hoy el instituto sería un espacio que en época emiral y sobre todo califal correspondería a un importante arrabal, por su proximidad al centro de poder del alcázar andalusí probablemente el arrabal de Balat Mugit. Y en el otro extremo del instituto, entre el mismo y el jardín botánico, iría el camino de las Almunias que recorrerían los embajadores en época califal para ser recibidos en Medina Azahara.

Mírese por donde se mire, es todo un polo de arte e historia, lo que le ha merecido recientemente la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, y, si me lo permiten, una buena opción cultural para engalanar aún más el mayo cordobés, nunca más oportuno ahora, que en jornadas de puertas abiertas a la comunidad, celebra los actos del 60 aniversario de la transformación del Instituto Provincial de Córdoba en IES Séneca. No obstante, que nadie se equivoque, son 60 años más para un centro heredero y depositario del antiguo Colegio de la Asunción, en funcionamiento desde 1569 pero creado en 1577, toda una institución, única en la ciudad, con una contribución patrimonial incuestionable a la par de necesaria, sobre todo, a la hora de recobrar y conceptualizar la memoria histórica y colectiva de Córdoba. Por sus aulas han pasado figuras como Luis María Ramírez de las Casas-Deza, historiador más importante de Córdoba en el siglo XIX; Antonio Jaén Morente, político y autor de una Historia de Córdoba, y José María Díaz, cronista oficial de la ciudad. También personajes como Díaz del Moral y Julio Anguita. Si ya trascendemos a otros ámbitos, por ejemplo Julio Romero de Torres, el científico López Neyra, los miembros del grupo Cántico, Antonio Gala, o Mateo Inurria autor de la estatua de las tendillas. De muchos de ellos, podemos encontrar sus expedientes en los archivos del Instituto, donde también son custodiados una gran variedad de incunables y fondos bibliográficos de gran valor histórico como la colección de más de 94.000 ejemplares, entre ellos un libro coral del siglo XV, uno de los tomos de la Biblia Políglota del siglo XVI, algún libro de Newton etc. De igual manera hay obras de toda la etapa barroca y también del siglo XIX, muchas de ellas bastantes singulares, por ejemplo, la primera traducción al español de ‘Los miserables’ de Víctor Hugo y sendas ediciones de ‘La Divina Comedia’ de Dante y ‘El paraíso perdido’ de Milton con grabados de Gustav Doré. En definitiva el IES Séneca, surge y se mantiene, como parte de esa ecuación de desarrollo humano; entendida como expansión o logro de libertades, de mejoría de las condiciones de vida de la comunidad, de progreso en justicia e igualdad de oportunidades, o de recuperación del medio ambiente, pero también, de creación de condiciones duraderas para la paz, como proyección de la propia dignidad que ostentamos como sociedad.

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