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Vicente Palomares.

1º DE MAYO

Vicente Palomares

Todos los días son Primero de Mayo

«Salir a la calle es ahora más necesario que nunca»

Todos los Primeros de Mayo son diferentes, pero en los últimos años han sido tantas las cosas que han pasado a nuestro alrededor que vivimos en la permanente sensación de que salir a la calle es más necesario que nunca para consolidar y ampliar nuestros derechos como trabajadoras y trabajadores. El estallido de la pandemia, con sus continuas oscilaciones, y la cruel invasión en Ucrania protagonizada por un tirano como Putin, están poniendo a prueba a la economía española, que soporta a duras penas los envites cuando aún se relamía las heridas que le produjo la terrible crisis financiera de 2008.

Una etapa crítica que reventó el mercado laboral en Córdoba y su provincia, con tasas de paro que llegaron a superar el 30%. Hoy, este indicador está en el 16,85%. Una cifra que no invita a la celebración, pero que demuestra que había otra forma de salir de la crisis diferente, donde los paganos no fuesen siempre los mismos (los trabajadores), como defendió siempre UGT. Y es que, gracias al diálogo entre el Gobierno y los agentes sociales y económicos, se ha creado un escudo social durante y después de la pandemia que ha evitado una destrucción masiva del empleo.

A ello, tenemos que sumar la Reforma Laboral, que ya está dando sus frutos con el aumento de la contratación indefinida en detrimento del abuso de la modalidad temporal. O la subida del SMI, que lejos de provocar el fin del mundo tal y como predecían los más agoreros, ha generado más confianza y poder adquisitivo. Al igual que ha ocurrido con nuestros pensionistas, cuya ejemplar lucha ha tenido como resultado una reforma que garantiza la revalorización y la derogación del tan temido factor de sostenibilidad.

Y después de todo esto, algunos se siguen preguntando que dónde están los sindicatos. Pues miren, estuvimos, estamos y estaremos en la calle, en los centros de trabajo o en las mesas de negociación con las distintas administraciones para mejorar las condiciones laborales, económicas y sociales de las personas trabajadoras. Como hemos hecho, recientemente, con los docentes, a los que se les subirán sus retribuciones a partir de septiembre, o con los sanitarios, que ven más cerca ese ansiado reconocimiento de la carrera profesional. También seguiremos luchando por la dignificación de nuestro campo, que más que fotos de representantes políticos oportunistas con ropa de montería lo que necesita es un respaldo real, que defienda unos precios justos desde el origen de la cadena y que lo acompañe en su necesaria reconversión a los nuevos tiempos y a una economía más verde.

Tampoco vamos a perder de vista a los trabajadores y trabajadoras de la hostelería. Porque, no nos dejemos engañar, no falta mano de obra en Córdoba, lo que sobran son ofertas de trabajo en las que más que empleados se buscan esclavos. Y hablando de precariedad, no pararemos hasta que se reconozcan unas condiciones dignas a las compañeras del sector de la limpieza, la dependencia o la ayuda a domicilio. Sectores esenciales que algunos se empeñan en tratar como empleos de tercera categoría.

Y lo más importante, estamos en la defensa del derecho al trabajo, pero también del derecho a la vida. En lo que llevamos de 2022, seis personas en Córdoba salieron a ganarse el pan y no volvieron a ver a sus familias. Una cifra que en 2021 fue de 15 víctimas. De todas ellas, nos acordaremos este Primero de Mayo.

En definitiva, los sindicatos tenemos motivos para estar satisfechos del trabajo que se ha hecho, pero también sabemos que aún es mucho lo que queda por hacer ante las grandes amenazas que ponen en peligro la senda marcada. Para ello, este Primero de Mayo salimos a la calle con una frase que más que un eslogan es una fórmula para el crecimiento económico y para el bienestar de la clase trabajadora. Más salarios, contención de precios y más igualdad. Esa fue nuestra solución en 2008 ante la fallida opción de «austericidio» elegida entonces por el Gobierno, y esa es la solución que con la que nos echamos al asfalto este domingo.

¡Viva el Primero de Mayo! ¡Viva la clase trabajadora!

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