No es fácil diferenciar grupos sociales y étnicos diferentes cuando no hay una característica física destacable. En la recomendable película El hijo del otro, un joven a punto de comenzar el servicio militar, en el ejército israelí, recibe una terrible noticia: fue intercambiado cuando sólo era un bebé con un niño de origen palestino. Por esta dificultad de identificación, los nazis obligaron, a los grupos diana de sus ataques, a llevar distintivos de diferentes colores cosidos a la ropa.

Hay que repensar el concepto de apartheid. La publicación, en febrero de 2022, de El apartheid israelí contra la población palestina: Cruel sistema de dominación y crimen de lesa humanidad, ha desencadenado muchas reacciones, unas de alegría y otras de enfado. Yo he podido asistir a los debates, a los pasos que se iban dando poco a poco, hasta llegar a este informe. El trabajo de investigación y análisis se llevó a cabo entre julio de 2017 y noviembre de 2021. Hay que recordar que Amnistía Internacional utiliza siempre sus propios investigadores aunque se base también en informes externos. Por eso, a veces, se nos acusa de lentitud. Pero nunca se nos podrá tachar de no documentar las denuncias. Y, por eso, estoy escribiendo este artículo, que será breve. Voy a apuntar lo fundamental pero, quien quiera, de verdad, saber mucho más, tiene disponible el informe completo, en inglés, 280 páginas. Hay, también un resumen, en español, de 38 páginas. Y en el apartado de Noticias los datos básicos. Todo en la web de Amnistía Internacional.

El apartheid es una violación del derecho internacional público. Se comete el crimen de lesa humanidad del apartheid cuando se perpetran violaciones graves de derechos humanos en el contexto y con la intención expresa de mantener un mantener un régimen de control discriminatorio prolongado y cruel. Amnistía Internacional señala y aclara que los sistemas de opresión y dominación nunca serán idénticos; por tanto, no busca argumentar que, o evaluar si, un sistema de opresión y dominación perpetrado en Israel y los TPO es, por ejemplo, idéntico o análogo al sistema de segregación, opresión y dominación perpetrado en Sudáfrica entre 1948 y 1994. Hace más de dos décadas que la población palestina reclama que se entienda que el régimen de Israel es un apartheid y lucha en primera línea para que sea reconocido como tal en la ONU. Y hoy, mientras escucho las noticias de Ucrania de fondo, no puedo dejar de hablar de Palestina. Le debemos este importante reconocimiento.

** Activista de Amnistía Internacional