El próximo 22 de febrero, a las 19 horas, tendrá lugar una conferencia en el salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras, organizada por la Institución Teresiana y presidida por Dª Carmen Aragonés Guarro, actual directora de España.

El acto dará inicio al Centenario de la presencia de la Institución en la ciudad de Córdoba.

Dª María Asunción Ortiz de Andrés, Doctora en Historia y Archivera de la la Institución en España, impartirá la conferencia ‘Comienza un Centenario. La Academia Teresiana de Córdoba enero 1922’. Se invita al acto a todas aquellas personas en sintonía con el carisma de San Pedro Poveda: amigos, antiguas alumnas, educadores, padres, familiares...

Cien años de presencia en la Iglesia y en la sociedad cordobesa colocan a esta Obra mirando al pasado con gratitud y al futuro con renovado compromiso de llevar a la ciudadanía la buena nueva de la educación y la cultura.

La finalidad de Poveda a la hora de fundar en Córdoba no era otra que tratar de dar respuesta, como ya había hecho en otros lugares, a una de las necesidades más apremiantes de su época: la instrucción y formación de la mujer. La tarea consistía, inicialmente, en la preparación del profesorado para la enseñanza y en la irradiación en la ciudad de un pensamiento pedagógico propio, con un claro sentido evangelizador.

Así, en la Plaza de la Concha nº 17 comenzó a funcionar el primer centro, con el nombre de Academia Internado de Enseñanzas Generales y Artísticas para la mujer, orientada a la preparación para el Bachillerato, los estudios y las oposiciones al Magisterio e incorporando, asimismo, un centro cultural y un internado.

Posteriormente, en 1931, la Academia Internado adquiere la titularidad de Colegio Privado de Enseñanza Primaria y Media. Su actividad se va ampliando con el paso del tiempo y en 1948 se abren cinco grados de Primera Enseñanza en la calle Jiménez de Quesada, que en 1951 se trasladan al Paseo de la Victoria.

Ese año se inicia también la actividad en el Colegio Ntra. Sra. de los Angeles, ubicado en la sierra de Córdoba, donde hoy se halla el Colegio Bética-Mudarra.

En 1957 el centro de la plaza de la Concha es reconocido como de grado superior, y su denominación es entonces Colegio Institución Teresiana hasta que se traslada definitivamente, en el curso 1961-62, a la Sierra en la calle Vandalino.

A partir de la Reforma Educativa de 1970, se constituye el Colegio Bética para alumnos de EGB y el Centro Mudarra para Bachillerato. Un nuevo cambio, propiciado por la Logse, llevó a cambiar la organización quedando unidos bajo el nombre de Colegio Bética-Mudarra los centros educativos de Infantil, Primaria y Bachillerato, hoy atendidos por un equipo de profesores que aportan la riqueza de su personalidad, preparación y experiencia pedagógica.

El centro cuenta con la confianza de muchas familias que eligen para sus hijos la propuesta educativa de la Institución y están dispuestas a prestar su apoyo y colaboración para que este proyecto dinámico, mantenido durante cien años, se vaya actualizando y enriqueciendo permanentemente.

La plaza de la Concha, una vez trasladadas las alumnas a Vandalino, funcionó durante varios años como residencia universitaria que, posteriormente, se ubicó en la Sierra junto al Colegio y terminó convertida en Colegio Mayor Poveda.

Son muy numerosas las alumnas que han podido acceder a la educación superior gracias a estos centros, llamados a favorecer el desarrollo personal, la formación integral , el sentido crítico y la vivencia de la fe a través del estudio y las actividades ofrecidas, en un clima de familia.

Pero la misión de la Institución no ha quedado reducida a sus centros propios. Sus miembros han estado presentes, fundamentalmente desde la educación, en centros e instituciones públicas y estatales de la capital y la provincia: colegios, institutos, universidades... Atendiendo a la caracteristíca principal de la Institución de actuación en estamentos oficiales. Asimismo en organismos sociales, culturales y eclesiales durante todo el siglo. Solo Dios conoce los abundantes frutos que esta siembra ha podido lograr. Esto ha hecho posible que jóvenes formados por la Institución, desde sus profesiones, hayan podido, posteriormente, realizar una apuesta clara y rotunda por la persona y su dignidad, por la participación activa en un proyecto de sociedad más justa y compartida.

En la actualidad el edificio solariego de la plaza de la Concha es la sede de la Institución Teresiana en Córdoba. Allí se encuentra la cripta donde se veneran los restos de la beata Victoria Díez.

Hoy quiere ofrecer un «espacio abierto» a la ciudad para el encuentro, el estudio, el crecimiento personal, la interioridad, el diálogo intercultural y religioso, la acogida a la diversidad ; un lugar desde donde poder construir, con otros, acciones y proyectos orientados a generar una cultura inclusiva y humanizadora.

Es también la Concha Sede de Intered, ONG creada en 1992 y promovida por la Institución para trabajar, desde la sociedad civil , contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión.

Comienza un segundo centenario en el que la Institución está llamada a hacer dialogar la fe con el mundo actual, a «tener la cabeza y el corazón en el momento presente», como Poveda, para aportar, desde los valores que le son propios, un poco de luz a los grandes temas que hoy, en una sociedad fragilizada, reclaman atención y comprensión: la salud, la comunicación, la economía, el cuidado mutuo y medioambiental, la educación, los jóvenes, la sinodalidad.

Los miembros de la Institución teresiana están llamados a ser sal y luz, a transformar lo cotidiano mirando con optimismo y esperanza el futuro.