La pandemia del covid-19 no va a rendirse sin poner a prueba de todas las maneras posibles la resistencia de la sociedad. Lejos todavía del final y de la deseada conversión de la pandemia en endemia, a la espera de nuevas vacunas que no solo defiendan a la población de las consecuencias más graves del virus y sus distintas cepas, sino que eviten su transmisión -la vacuna española Hipra parece caminar en ese sentido-, la variante ómicron y su exponencial índice de contagio pone de nuevo en graves aprietos la capacidad del sistema sanitario y el desenvolvimiento de la actividad administrativa y económica.

Las previsiones de la Junta de Andalucía coinciden con las de la Organización Mundial de la Salud (OMS): en poco más de un mes, la mitad de la población andaluza habrá sufrido la infección. Una infección más leve con la variante ómicron que con anteriores cepas, pero también peligrosa y de la que no están exentos los vacunados. El tsunami del virus ha hecho imposible, en apenas unas semanas, el rastreo de los contagios, y la avalancha de bajas laborales afecta masivamente a todos los sectores económicos y sociales. Con los últimos datos, solo desde final de diciembre se han declarado más de 110.000 bajas laborales en Andalucía, más de 7.000 en Córdoba en diciembre (un incremento superior al 1.000%), según la Mutua de Accidentes de Trabajo, y, a pesar del sistema de ‘autodeclaración’ de altas y bajas laborales, y de que se ha acortado a siete días la cuarentena, todo se resiente de esta caótica expansión del covid-19, empezando por la atención primaria, completamente saturada.

La semana que hoy termina ha sido un auténtico ‘tour de force’: las bajas en las empresas y el cierre de muchos pequeños negocios que no pueden sostener la ausencia de trabajadores, la vuelta a las clases en todos los ámbitos educativos, con 241 bajas de profesores -no todas por covid-, el regreso del teletrabajo, y el aumento de infecciones en las residencias de mayores, mientras los contagios siguen al alza, de manera que 113.000 cordobeses han pasado el covid-19 desde que empezó la pandemia, el 14,3% de la población. Los hospitales de Córdoba y Andalucía todavía asumen el incremento de pacientes, muy inferior proporcionalmente al de las olas anteriores, aunque en algunas zonas de España hay ya saturación. Y cada enfermo y cada muerte cuentan.

Ómicron pone difícil el comienzo del año, sumándose a una subida de los precios desbocada y al agotamiento y sufrimiento de amplios sectores de la población

¿Cuánto se prolongará esta situación? Los datos, que van oscilando, hacen pensar a la Junta de Andalucía que se ha alcanzado el pico de la sexta ola del coronavirus, por lo que la Comunidad no adopta nuevas medidas, salvo la prórroga del pasaporte covid. La elevada tasa de vacunación, a la que se suma la tercera dosis (que esta semana llegará a los mayores de 40 años) y la inmunización infantil, concede cierta tranquilidad a la ciudadanía, de manera que en la calle apenas se notan las grandes dificultades que se atraviesan.

Ómicron pone difícil el comienzo del año, sumándose a una subida de los precios desbocada y al agotamiento y sufrimiento de amplios sectores de la población, y añade un desafío más que podría no ser el último (la OMS advierte de que pueden llegar nuevas cepas). A pesar de ello, las perspectivas de recuperación económica y de empleo siguen siendo favorables, y el sistema público y privado se ha ido adaptando aceleradamente a los nuevos tiempos. Pero harían bien las administraciones no solo en estar en guardia, sino en planificar con eficiencia los resortes para combatir tanto la situación actual como otras venideras, pues la pandemia ha demostrado que todo puede cambiar en apenas unos días. La rápida distribución de los fondos europeos más allá de la bronca política, el fortalecimiento de los sistemas sanitario y educativo, la calidad en las empresas y la apuesta por las acciones coordinadas son imprescindibles para salir de una pesadilla a la que todavía no se le ve el final.

La opinión del diario se expresa solo en los editoriales. Los artículos exponen posturas personales