El tiempo, el espacio y la energía constituyen el poderoso e imperial triunvirato de la esencial sustancia cósmica que gobierna y conforma el conjunto del universo, y por tanto el mundo. Un todo uno. Partes equivalentes. Y así en la Tierra, nuestra casa común. Lo que nos atañe íntimamente, unidos que estamos a ella como la sombra al cuerpo. Tiempo, espacio y energía, como las tres facetas que son y conforman un sólido prisma de corte y fractura triangular, donde ninguna de ellas prevalece sobre las otras dos, puesto que eternamente permanecen estrechamente unidas, desde el instante que de la nada fueron engendradas. Bastaría observarlas, comprenderlas atentamente con detenimiento e interés, pues somos al fin los humildes y párvulos ingredientes del interno caos de las estrellas, los prisioneros involuntariamente sometidos, como todos los seres vivos, a la taimada y total dictadura impuesta por la artera Naturaleza.

Algunos filósofos de la clásica Grecia, como experiencia cierta, bebiendo de las viejas y sabias fuentes babilónicas y egipcias, ya las atisbaron en su momento, percibiendo e intuyendo de las tres vertientes citadas sus inconmensurables dimensiones, tal que al igual que el carácter irreversible del tiempo son los sistemas que disipan energía y que evolucionan hacia el desorden, mientras desarrollan nuevas propiedades, sensibilidades e influencias que afectan al entorno con estados múltiples, creando otros nuevos e inquebrantables, pues la transformación del espacio y del tiempo en materia, en energía, en el estadio de la inestabilidad del vacío, se corresponde con el fenómeno permanente de la explosión entrópica.

Todos los cuerpos estelares conocidos y visibles, incluso el polvo cósmico, sólo constituyen el 5% de la total masa del universo, lo demás es materia y energía oscura, conformada por partículas exóticas y elementales, con débiles atribuciones. Desde las ideas de Demócrito, y las teorías de Leibniz, Newton y Einstein el enigma del mundo y el de la existencia humana son fuentes de donde la admiración metafísica brota.

*Doctor Ingeniero Agrónomo. Licenciado en Derecho