Xenofobia, privilegios territoriales, conciertos económicos, aforamientos, regalías para los soberanistas y para los que sin tapujos sintiéndose impunes muestran su deslealtad institucional, para el independentismo, ajustado a su radical nacionalismo, para aquellos que tienen como meta la destrucción de la unidad de España y la desobediencia de la normativa legal y constitucional, para los que motu propio se sienten superiores al resto de la ciudadanía española. Una consideración que esa tropa política ha adquirido con la aquiescencia del gobierno, de las diferentes etapas legislativas, que para mantenerse en el poder han requerido de su apoyo parlamentario, sometidos por tanto a permanente presión, ablandada otorgando concesiones competenciales, políticas y económicas.

Con lo que la vertebración de la unidad nacional, así como la igualdad ante la ley, en derechos y obligaciones, y al mandato constitucional, de la ciudadanía, con independencia de la región donde resida, se deteriora cada día más, yéndose por el albañal de la historia, paso a paso, mientras el Estado va descosiendo sus mal hilvanadas costuras por mor de la incompetencia e irresponsabilidad de la clase dirigente, generalmente mediocre, de uno u otro signo, a tenor de la coyuntura, a la par que las formaciones nacionalistas imperantes, principalmente vasca y catalana, se pertrechan a gusto, sostenidas presuntamente por ciertos intereses en penumbras. Un panorama social que tendería de prosperar a la infausta y nefanda balcanización.

Retornar por el camino recorrido, unidas para tal fin las fuerzas pro constitucionalistas, tratando de volver a una situación racional donde se restablezca la salud del depauperado y desnortado Estado de las Autonomías, no es una tarea baladí ni exenta de complicaciones de toda índole, pues sería menester, aunque parezca utópico, contar con una clase política bien pertrechada en el insoslayable principio de la defensa de los intereses supra nacionales, que derivan fundamentalmente, en libertad, del concernido sensatamente por la cohesión territorial.