Publica un libro Cayetana Álvarez y publica un libro Rajoy. Si no logran hacer virar el país a la derecha quizás sí consigan revitalizan la industria editorial. Han pasado de competir con el PSOE a hacerlo con Pérez Reverte o Javier Cercas. Quienes no concedían a Rajoy la capacidad para generar una idea propia compran un volumen de cientos de páginas por ver si al menos tiene alguna ocurrencia. España es el país que mejor revisa su pasado y por eso venden tanto los libros de memorias. Solo un aficionado a aburrirse puede recriminar al autor de un libro que éste sea un ajuste de cuentas. Cayetana desprecia a sus rivales y confía en que ninguno de los aludidos en su libro tenga capacidad para contestarle por escrito. Eso es no conocer la capacidad de no pocos escribas para ofrecerse como negro. Escribir un libro para que lo firme Teodoro García Egea puede resultar más digno para algunos que estar en nómina de determinadas publicaciones. Casado amenaza con abrirle un expediente a Cayetana, pero ésta lo que quiere es que abran su libro. En España, escribir es cobrar. Si Larra levantara la cabeza volvería al llanto y al pistolón pero antes le pediría un contrato a Planeta, que también ha editado el nuevo libro (memorias, claro) de Pedro J.

Hay un gran duelo en los anaqueles de las librerías y los gobernantes han pasado de querer ser un hito en la historia a preferir ocupar un par de semanas un hueco en la mesa de novedades. Memorias. Aquí solo escribe ficción Muñoz Molina, que no obstante se ha descolgado con un bello libro sobre el confinamiento. Pero ahonda en su memoria de niño y adolescente. La memoria es un arma cargada de futuro. Siendo los recuerdos un gran material literario hay quien indaga en el pasado para buscarse un porvenir. Podría ser el caso de Cayetana, a quien un sector del Partido Popular le vuelve a tirar los tejos políticos.

La vida es lo que le pasa mientras se empeña en seguir escribiendo best-sellers. Nos va faltando un libro de memorias de Ayuso. Aunque ella es más de redes sociales. Démosle tiempo, está inmersa en una guerra política que merecería ser bien narrada. Vivir para contarla.

*Periodista