¡Hay que ver en lo que se ha convertido algo tan sencillo y necesario, y a veces urgente, como es acudir al médico cuando uno se encuentra mal! Llamadas telefónicas, largas esperas, escuchando a un robot que suelta una larga retahíla de supuestas formalidades previas. Una vez súper enterados, comienza el baile de datos y tras este largo trámite ya parece que un humano, por fin, te va a oír, pero empieza, o mejor, sigue la grabación ofreciendo opciones: pulse uno, pulse dos, pulse tres, etc. Cuando en ese maremagno de pulsaciones optas por una, resulta que no es la apropiada y la voz de nadie dice: lo siento; no la he entendido, repita, y uno se desgañita: ¡cita! Y la voz sigue sin entenderte y a pedirte que repitas. Una música viene a ser el anuncio de que algo ya se mueve. La voz exclama: ¡la paso con un operador! El tiempo de espera es aproximado de seis minutos.

Pues, nada, a esperar seis largos minutos que se prolongan en una machacante musiquilla, al tiempo que al móvil se le va subiendo la temperatura y las cervicales te hablan de su contractura, y te cambias de mano el teléfono, pero lo suyo es la mano de siempre por lo que vuelves a una desesperada espera y, de pronto, conexión cortada y el teléfono piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. ¡Madre mía qué hacer! Vuelta a empezar con una mala uva que hasta lo vecinos te oyen, y bueno, ¡suerte, aleluya, el operador al habla! Nueva comprobación de datos y confirmación, que son segundos, de ciega esperanza: la cita está al caer, piensas, pero el operador te dice: ¿para qué especialista quiere la cita? Lo siento, el doctor tiene la agenda cerrada, o en el mejor de los casos, la cita más próxima son dos meses de espera. Sé, porque oigo a la gente, quejarse de la Seguridad Social, pero ¿y mi querida Asisa? ¡Que vergüenza y qué impotencia! Señores de Sanidad, uno tiene que ir al médico cuando no está bien, y no a los dos meses o cuando al señor doctor le dé por abrir la agenda. si yo fuera ministra de Sanidad, ¡para qué la vuelta que le iba a dar a estos tercermundistas tiempos de espera!

*Maestra y escritora