Siempre me ha gustado el comienzo del poema de Benedetti Hagamos un trato: Compañera/ usted sabe/ que puede contar/ conmigo/ no hasta dos/ o hasta diez/ sino contar/ conmigo...

Hacer un trato es algo positivo. Pero una simple vocal cambia todo el significado. Trata lleva implícito un sentido negativo. Nos sale del tirón trata de seres humanos con fines de explotación...

Este lunes 18 de octubre se ha conmemorado el Día Europeo contra las Trata de personas. En la Europa de los 28 se registraron un total de 26.268 víctimas de tráfico ( el 60% con fines de explotación sexual) en 2018, según los datos del último informe. España sigue siendo uno de los cinco países europeos con cifras más altas de personas sospechosas o detenidas por tráfico de seres humanos.

En octubre de 2020 decíamos: «Faltan mecanismos de detección temprana. La identificación es el primer paso y resulta fundamental para proteger a las víctimas y garantizar su asistencia, acceso a justicia y derecho a la reparación. Esta identificación de víctimas de trata recae exclusivamente en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por lo que no siempre se garantiza un enfoque de género y protección de derechos humanos. Prima la persecución del delito, por lo que las víctimas son instrumentalizadas y vistas como pruebas para la investigación, y no como personas necesitadas de protección durante todo el ciclo».

Un año después, Amnistía Internacional ha aprovechado para recordar que las autoridades españolas, a pesar de haber prometido mejorar la protección de las mujeres víctimas de trata, siguen anteponiendo la persecución del delito y el control de la inmigración irregular a su condición de víctimas de violaciones graves de derechos humanos. España es uno de los 9 países europeos que solo permiten a la policía identificar a las víctimas. Como consecuencia, y especialmente en las costas, muchas posibles víctimas «se pierden» por el camino, y muchos traficantes están esperándoles en esos lugares de tránsito.

Los tratos, sellados con un apretón de manos, eran el símbolo de un acuerdo honrado. Hoy en día, a nivel internacional, ese comercio, ese trato, cada vez es más un intercambio poco justo, que nos recuerda a la trata. Se comercia con vidas humanas como se comercia con vacunas (su escasez provoca muertes), con armas, con recursos naturales. No importa saltarse todos los tratados, que serían los tratos colectivos.

La desigualdad creciente en el mundo genera situaciones de desamparo, deudas y una cadena en la que la prosperidad de unos pocos se construye sobre la explotación del resto.

Helena Maleno ha dicho: «Dejar morir a personas da dinero, dejar sufrir da dinero y esclavizar da dinero».

*Activista de Amnistía Internacional