Para Córdoba, que lo ha vivido de manera intensa, ha supuesto un honor singular haber acogido este año los actos centrales programados institucionalmente con motivo de la Patrona de la Guardia Civil, y que anualmente se celebran en una capital distinta del territorio nacional. Con los actos, este Cuerpo ha transmitido a la ciudadanía los valores de servicio público y los principios constitucionales en los que ha trabajado desde su fundación; poniendo en práctica buena parte de sus actividades, que día a día ejercen en pro de nuestra defensa y protección. Los actos, arropados diariamente por centenares de cordobeses que aplaudieron y vitorearon constantemente, se desarrollaron desde el 29 de septiembre, con el izado en Las Tendillas de la enseña nacional --donada por el Excmo. Ayuntamiento y ofrecida por nuestro alcalde, y con homenaje a los fallecidos-- hasta el día 6 de octubre que fue arriada; y en este intervalo de tiempo incluyeron distintos talleres escolares sobre seguridad vial, protección de la naturaleza, la mujer en la Guardia Civil, conciertos, exposiciones, exhibición de medios y procedimientos de distintas unidades en la Plaza de Toros, así como una gran Parada militar en la que participaron efectivos y vehículos de diferentes especialidades de los muchos que posee esta magna institución, que para nuestro orgullo es de la marca España.

Dotada desde su fundación, hace más de 177 años, de una cualidad moral vinculada al deber, a la virtud, al mérito y al heroísmo, heredada de los valores más enraizados que forman parte de la identidad militar española, obliga a una actividad tuitiva a los componentes de este Cuerpo para no dejarse vencer por las sinergias del tedio y los parabienes. Hechos y personajes gloriosos son sus elementos principales, los que manifiestan generación tras generación cuál es la forma de encontrar el camino y seguirlo hasta el fin, como ellos lo hicieron, como tantos y tantos otros que no han dejado el recuerdo de sus nombres, pero que estaban allí recorriéndolo, impasibles, y bebiendo en la fuente de su fundador y han ido fraguando su carisma y su razón de ser.

¡Cuántos hechos heroicos! ¡cuántas gestas, celebres unas y desconocidas muchas! Pero todas, de una u otra forma, se han perpetuado en el recuerdo que se plasma de forma perdurable en el honor de quienes en favor de los más altos ideales, con sacrificio, esfuerzo y coraje, han servido siempre fielmente a nuestra nación poniendo sus brazos, su honra y hasta la vida a disposición de la España que defienden; por lo que es una de las instituciones básicas en el funcionamiento del Estado, colaborando de manera activa en hacer de nuestro territorio uno de los más seguros del mundo. Hoy, gracias a esos logros que tanto costaron y que ahora obviamos por su cotidianidad, nos regocijamos por este bienestar que ellos, a pesar de las dificultades de toda índole aportaron al pueblo.

Siempre ha sido una Institución, policialmente la más antigua de España, que sirve a sus conciudadanos conforme a la modernidad de los tiempos, porque su aspiración, desde la fundación, es la de responder ante las múltiples formas de delincuencia con eficiencia, eficacia, cercanía y pensando en el bienestar de los demás, con un modelo cada vez más preventivo. Por su doble naturaleza y formación, militar y policial, es muy útil y eficaz en situaciones de guerra no convencional, que ha supuesto el desempeño de importantes y diferentes misiones en el exterior, con indudable éxito, en Bosnia-Herzegovina, Afganistán, donde en Qualinao murieron dos guardias civiles y su intérprete, El Salvador, Guatemala, Haití, Mozambique o Timor Oriental, entre otros lugares; encontrándose en la actualidad, desde 2017, en el proyecto GAR-SI SAHEL liderado por España y dirigido por la Guardia Civil, con la colaboración de Francia, Italia y Portugal, que se desarrolla en los países del Sahel (Mauritania, Mali, Níger, Burkina Paso, Chad y Senegal), siendo el objetivo general la cooperación para garantizar la seguridad en la zona, con algunos gobiernos fallidos, las mejoras de las capacidades de las autoridades de dichos países, la seguridad para sus ciudadanos, y el respeto a los derechos humanos, así como en la lucha contra la criminalidad organizada, el terrorismo y en la formación de una gendarmería que pueda ser capaz de hacerse cargo de las distintas problemáticas existentes.

Todo ello la convierte en una de las unidades policiales más versátiles del mundo, por la cantidad y calidad de las especialidades que posee tanto en tierra, mar, aire y técnicas espeleológicas, que muchos países tratan de emular intentando hacer un Cuerpo tan íntegro como éste, que lleva en su ADN aquello que su Fundador les dijo: «no deberéis ser temidos sino por los malhechores, ni temibles sino de los enemigos del orden», y es ese y no otro, el motivo por el que algunas personas, al no poderlos doblegar ni moldear a sus anchas quieren, incluso poniéndoles tierra de por medio, verlos muy alejados. Y por su naturaleza castrense ha ido más allá de la simple eficacia, y podríamos decir que este fuero militar le ha servido para garantizar el servicio a nuestra Patria y no al de los poderes fácticos de turno.

Seguid perseverando así guardias civiles, siempre fieles a vuestro deber para que, a perpetuidad, continuéis siendo el orgullo de los españoles de bien y que la Virgen del Pilar, cuyo patronazgo estáis celebrando en estos días, os proteja, tanto a vosotros como a vuestras familias y os ayude en la continuación de que sigáis vanagloriándoos de esa abnegación y sacrificio que os caracteriza.

** Magíster Univ. en Criminología