El Día Mundial de la Agricultura se celebra anualmente el 9 de septiembre como homenaje a aquellas personas que dedican su vida al cultivo de la tierra con la finalidad de producir alimentos de la máxima calidad para el consumo de una sociedad creciente.

Pero, lamentablemente el campo atraviesa una especial situación complicada debido a la reforma de la PAC y la mala gestión que se está realizando al respecto, especialmente tras conocerse el gran engaño y ocultación de información con el informe realizado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea sobre el impacto de las estrategias «Biodiversidad» y «del Campo a la Mesa», que son en las que se han basado la Comisión Europea, el Parlamento y los ministros de Agricultura de la UE, para la nueva PAC que acordaron el pasado mes de junio.

Es indignante que hayan esperado a que haya un acuerdo político en Bruselas para darlo a conocer. Sin duda, si se hubiera conocido antes este informe, el resultado de las decisiones tomadas en Bruselas no hubiera sido el mismo, ni hubiera sido tan perjudicial para el campo europeo, español, andaluz y cordobés. La nueva PAC va a suponer: menos dinero, más burocracia y mas obligaciones. Y, por tanto, una enorme pérdida de competitividad frente a terceros países, que podrán hacer lo que en Europa no se puede. Una enorme irresponsabilidad de todos aquellos que han negociado la nueva PAC, de lo cual es cómplice y responsable el ministro de agricultura, Luis Planas.

El informe viene a ratificar lo que ya indicó el USDA americano en 2020: que el efecto de estas estrategias será una reducción sin precedentes de la capacidad de producción de la UE y de los ingresos de sus agricultores. Ahí es nada. Un engaño sin precedentes, pues los estudios de impacto deberían haberse presentado antes de haber aprobado nada.

El informe del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea destaca aspectos como que cualquiera que sea el escenario considerado, todos los sectores muestran descensos en la producción de entre el 5% y el 15%, siendo los sectores ganaderos los más afectados. Asimismo, los cambios en la producción conducirían a una disminución de las posiciones netas de exportación de cereales, carne de cerdo y aves de corral, y a un empeoramiento del déficit comercial de la UE en el caso de las semillas oleaginosas, las frutas y hortalizas y la carne de vacuno, ovino y caprino. Mientras tanto, sea cual sea el escenario, los costes de producción aumentarán alrededor del 10%, con un impacto negativo para la mayoría de los ingresos de los agricultores.

Pero, encima de todo ello, una de las principales conclusiones es que la mayor parte de la posible reducción de las emisiones agrícolas lograda con estas estrategias se verá borrada por el incremento de las emisiones que realicen terceros países para producir lo que no se produzca en la Unión Europea.

Está claro que lo único que ha importado al ministro Planas y el resto de las instituciones de la UE son prejuicios ideológicos, absolutamente trasnochados, faltos de rigor científico, social y económico, y basados en la demagogia y en un inaudito y preocupante desconocimiento de la actividad que se desarrolla en el campo

La nueva Reforma de la PAC sólo va a servir para crear una brecha cada vez mayor entre el campo europeo y nuestros competidores internacionales, que va a dar lugar a una deslocalización de parte de nuestra agricultura y ganadería hacia terceros países. Por ello, el ministro Planas debería dar un giro del 100% y liderar y requerir a la Unión Europea que exija a las producciones que vengan de fuera los mismos requisitos que a los que se obliga dentro de la UE, lo cual, hoy en día, simplemente no es así y menos o será con la nueva PAC.

Desde Asaja, consideremos que, después de este informe demoledor contra la política verde de la UE, Planas ya no tiene excusas para continuar con las propuestas para la aplicación de la PAC en España que mantiene, que ahora son aún más inaceptables que antes. Por ello, pedimos firmeza a la Junta de Andalucía para defender a los agricultores y ganaderos de nuestra tierra, pues tiene el aval de Asaja y el resto de las organizaciones más representativas del sector agrario andaluz.