Hemos tenido que llegar al horror para que nos veáis. Nosotras, que tardamos siglos en adquirir los derechos que vosotras no tuvisteis que demandar. Sí, habéis vivido dictaduras, como todas, pero no sabéis lo que es una guerra continua, con miedo a... Todo. Ahora que el gobierno talibán ha vuelto, volvemos atrás. Décadas atrás. Los pocos derechos que habíamos logrado tener ya se esfuman en el horizonte con la llegada de los fundamentalistas.

Siempre fuimos ciudadanas de segunda clase. Ahora retrocedemos, dejaremos de ser merecedoras de dignidad. Volverá la discriminación sistémica que nunca se llegó a ir y, sobre todo, la violencia. Seremos vejadas, apaleadas, lapidadas, decapitadas... Sufriremos la violencia de padres, hermanos, esposos... Perderemos el derecho a una educación, no volveremos a pisar las universidades y no podremos tener un trabajo. Muchas caeremos en la miseria. Pero, sobre todo, el burka. El burka nos borrará. Invisibles de nuevo, nos silenciarán y, poco a poco, dejaremos de «ser»”. Ya se han librado de las periodistas mujeres en los medios, nos han pedido que nos quedemos en casa, que abandonemos nuestros trabajos y escuelas y han alertado de que no podrán garantizar nuestra integridad. Esto es solo el principio.

El G-20 ha dicho que «hará todo lo posible» pero, ¿qué es eso? «No podemos y no queremos mirar hacia otro lado» y, al final... Que tiene que haber una estrategia internacional y la comunidad mundial debe tomar partido pero... Nada concreto. ¿En qué va a traducirse «poner todos los instrumentos necesarios para prevenir la violencia contra las mujeres y garantizar que mantienen sus derechos y no son discriminadas»? Si China, que tiene contacto directo con los talibanes, porque tiene múltiples intereses en la zona, ni siquiera ha aparecido. ¿A dónde vamos a llegar así? ¿Dónde está la ONU? ¿Qué va a hacer? Os necesitamos YA.

Esta es nuestra continua guerra por nacer mujeres. Vuelven las estrictas reglas morales de la «sharía» y... ¿Por qué nos habéis abandonado? ¿Qué será de nosotras? Tenemos tanto miedo... No lo entendéis: no es solo por nosotras, es por las generaciones que vendrán. Vosotras, que tenéis voz, gritad y gemid por nosotras. Hágase en vosotras nuestro llanto. Manifestáos, concentráos... Haced algo. Salvadnos.

* Escritora