Entre la década de los sesenta y setenta más de un millón de andaluces dejaron su tierra para emigrar a Cataluña en busca de un empleo con el que labrarse un futuro. Miles de jóvenes iniciaban una nueva vida lejos de sus padres, familiares, amigos, lengua, costumbres y, quizás, un profundo desarraigo que aliviaron regresando a sus pueblos año tras año. En Cataluña nacieron sus hijos, quienes acompañaron a sus padres a conocer la casa paterna o materna. Una generación conocida cariñosamente como los Jordis, los hijos de los andaluces emigrados. La tercera generación apenas viene. Los lazos de sangre se han reducido con una distancia cultural de lo andaluz y una inmersión sólida en la comunidad catalana, en definitiva, una nueva patria, con una cultura distinta a la de los abuelos, un nuevo idioma, nuevas realidades sociales, económicas y políticas.

Por agosto vuelven al pueblo. Son inconfundibles en sus maneras, en el acento que le ponen al andaluz, en su necesidad de una terapia colectiva del porqué de aquella emigración, y como siempre, se desliza el conflictivo tema del independentismo. Llegados a este asunto, se recomienda tacto y capacidad de esquivar palabras gruesas que hieren como amenazas.

Y he aquí, que ha venido a verme mi amiga Inma la Cata, apócope de la catalana con ocho apellidos que se remontan al conde Ramón Berenguer IV, conquistador de su ciudad, Tortosa, una población muy antigua en las orillas del Ebro, nosotros del Guadalquivir. Una villa musulmana de la taifa de Turtusha, como nosotros, la almohade Balma con palabras compartidas como el castillo de la Zuda y las Azudas del Genil, clara referencia a un «obstáculo» en el agua. Reconquistada por los cristianos de Berenguer, como nosotros por los cristianos del rey Fernando III. Un conjunto medieval, ambas ciudades con sus castillo, muralla, alhóndiga... Y buscando nuestras respectivas historias, ellos celebran la feria del Renacimiento y nosotros, la feria medieval de las Tres Culturas. Nos unen tantas cosas, que admiramos y queremos a nuestros compatriotas catalanes con ocho apellidos de allí y de aquí. Vamos a comer juntos, a aprender el uno del otro y a dialogar.

* Periodista e historiador