La pregunta que encabeza la columna, además de retórica, encierra la necesidad de que todos nos preguntemos por qué ha subido realmente nuestra factura de la luz. Las excusas del Gobierno para ello han sido fundamentalmente el cambio climático, con sequías y falta de viento, factor que ha llevado a una subida del precio de la energía en los mercados por, además, el continuo aumento de la demanda. A lo que se ha unido que tenemos que modificar nuestros comportamientos para, según ellos, ser más sostenibles, aunque esto último ya lo trataré en cualquier otra columna porque da para bastante. No hay ni que decir que, como todo, las excusas son bastante mentira y encierran una realidad bien distinta: fundamentalmente afán recaudatorio se arruine quien se arruine.

En el mercado de la luz existe el denominado mercado libre y mercado regulado. En el primero, las tarifas se cuadran entre el cliente y la comercializadora, tanto de consumo como de potencia contratada, aunque también estaba sujeto a todos los impuestos y costes regulados. El segundo está intervenido por el Estado y aquí se paga en función del precio de la energía. Puede parecer que el primero era más conveniente antes del cambio, pero no tenía por qué. Se debía estar buscando y cambiando de comercializadora casi cada año porque te subían el coste de la energía como querían; mientras que en el segundo la media anual terminaba siendo similar prácticamente cada año y, normalmente, salía más barato que las tarifas del mercado libre, de ahí su nombre: tarifa de último recurso. Eso sí, en ambos casos en la factura se destinaba y se va a seguir destinando alrededor de un 75% de su importe a pagar costes regulados e impuestos (pueden ir a buscar una factura y comprobarlo).

Por tanto, primera cuestión, ¿es cierto que ha subido el precio real de la energía? Si consideramos 2019, por tener consumos normales prepandemia, hay una subida coyuntural por el aumento del precio del gas y el aumento del precio de los derechos de emisión de CO2 que establece la Unión Europea y cuyo importe se lleva el Estado. Cuando se utiliza el término coyuntural, realmente se hace referencia a subidas puntuales por determinados factores. Vamos a poner un ejemplo: el día 4 de junio, a las dos de la mañana de este año, el precio de mercado fue de 0,088 €/kwh y en 2019 de 0,060, y a las nueve de la noche de 0,096 y en 2019 de 0,061. A esto se une que es cierto que, en España, por la composición de nuestra producción de energía, en general el precio de mercado ya es elevado, al nutrirnos en un 22% de eólica o en un 7,9% de solar en el año 2020 que están sujetas a condiciones meteorológicas y son más caras que una central nuclear. No obstante, lo que ha subido de forma bastante espectacular son precisamente todos estos costes regulados, que son controlados por el Gobierno y que hará que se disparen ambos tipos de facturas. De hecho, se está hablando de subidas entre un 20 y 45% para las familias en mercado regulado, sin que se sepa bien cómo afectará al mercado libre.

Por tanto, segunda cuestión, ¿cómo podemos comprobar el precio de la luz en el mercado en relación con el precio que pagamos nosotros? Pues la web de Red Eléctrica de España-REE (de donde viene los datos previos) nos dice el precio real en el mercado y el denominado PVPC. Esto es el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor y que se traduce en un sistema creado por el Gobierno para determinar el precio de la luz incluyendo costes regulados. Vamos a poner, de nuevo, un ejemplo, el día 2 de junio el PVPC más bajo fue de 0,111 €/kwh a las cuatro de la mañana y el más alto de 0,245 a las nueve de la noche; el día 4 de junio el PVPC fue de 0,102 a las dos de la mañana y 0,239 a las nueve de la noche. En cuanto al precio real de mercado, el día 2 de junio a las cuatro de la mañana fue de 0,099 y a las nueve de la noche de 0,103; el día 4 de junio a las dos de la mañana fue de 0,088 y a las nueve de la noche de 0,096. Por tanto, los costes e impuestos supusieron, en horas punta, un incremento del kilovatio consumido de 0,13 €/kwh más en relación con el precio de mercado el 2 de junio, y de 0,14 €/kwh más el 4 de junio. De modo que, a lo que realmente le tenemos que temer son a conceptos como servicios de ajuste (los fija la REE), peajes y cargos (los fija el Gobierno), pago por capacidad (lo fija el Gobierno), financiación OS (los fija el Gobierno), financiación OM (los fija el Gobierno), y coste de comercialización variable (lo controla el Gobierno). Vamos a poner otro ejemplo comparando cada concepto comentado el 4 de junio de 2019 y 2020 a las nueve de la noche en €/kwh: 0,00128 vs 0,00496; 0,04403 vs 0,13312; 0,00529 vs 0,00207; 0,00013 vs 0,00017; 0,00003 vs 0,00003; 0,00198 vs 0,00251. A lo que se une, el impuesto sobre la electricidad del 5,11% y el IVA del 21%, ambos controlados por el Gobierno.

A partir de aquí, todo lo que nos queramos engañar con no sé qué de ser más sostenibles, pues bueno.

*Profesora de Economía financiera. Universidad de Córdoba